una fascinante lectura queer de la novela de Virginia Woolf

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Thomas Goudou, el diseñador de vestuario y Orlando (Ruben Rizza) en “Orlando, mi biografía política”, de Paul B. Preciado. JOUR2FETE

LA OPINIÓN DEL “MUNDO” – NO DEBE PERDERSE

Comienza con un collage de carteles, donde aparece esta pregunta: “Orlando, ¿dónde estás?” ». Están en todas partes, Orlando contemporáneos, queer, no binarios, responde el filósofo trans Paul B. Preciado, en su primer largometraje, Orlando, mi biografía política.una obra inclasificable, entre documental y adaptación de la novela de culto de Virginia Woolf (1882-1941), orlando (1928) – la película fue creada y transmitida por primera vez por el canal Arte, que desarrolló una programación queer. Para memoria, orlando sigue la itinerancia (y también el deambular) de un poeta y joven aristócrata inglés en el siglo XVI.mi siglo, que atraviesa los años y cambia de sexo: la mujer de Orlando es la transposición fantaseada de la novelista, poeta y amante de Virginia Woolf, Vita Sackville-West (1892-1962).

No esperábamos menos de Preciado que inventaría un OVNI cinematográfico poniéndose detrás de la cámara con esta adaptación documental de una novela. Casi un siglo después orlandoPreciado contrató actores no profesionales, trans, queer, para dar vida a multitud de Orlandos, en una puesta en escena lúdica y política, mezclando testimonios y recorrido a través de la novela -como si la lleváramos a la pantalla-. Señora Bovary (1856), de Flaubert, con mujeres que no son actrices, que se reconocerían en el personaje. Beatriz, nacida en 1970, en la España franquista, Paul B. Preciado hace campaña por la superación de las categorías masculina y femenina, que describe como “ficciones políticas”.

En voz en off, a lo largo de la película, el director se dirige “Virginia”con un toque de acento español: “Quería escribirte para decirte que soy uno de tus Orlandos”dijo, mientras se preguntaba: “¿Cómo filmar la biografía de una persona trans hoy? O, para decirlo de otra manera, ¿cómo podemos construir una vida en Orlando, una vida como poeta del género, en medio de una sociedad binaria y normativa? »

Historia paralela

La respuesta es de lo más libre y desenfrenada. Mientras sigue la trama de la obra, Preciado teje una historia paralela, nutrida de la realidad, al dar voz a sus actores que llevan el cuello. Estos últimos, de todas las edades y procedencias diversas, cuentan sus historias ante la cámara: desde el adolescente Rubén, un chico trans que ha bloqueado la pubertad, hasta el icono transgénero Jenny Bel’Air, ex “fisio” del Palacio, en París, a finales de los años 1970 y 1980.

A veces, las palabras se bifurcan, el testimonio da paso a las palabras de Virginia Woolf, las respuestas de los actores integran extractos deorlando. El espectador queda suspendido en los labios de estos intérpretes que lo llevan de una orilla a otra, de las experiencias de los queer a la novela, que parece extraordinariamente moderna, en su manera de acoger las fluctuaciones del género. Como maestro de ceremonias, Preciado disfruta mezclando épocas: “Fueron bombardeados con mensajes de odio en sus cuentas. Para escapar de la vida cortesana y del acoso digital, pidieron al Rey que lo enviara lo más lejos posible.

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