Dicho esto, incluso sin las últimas grandes producciones y bajo la competencia de Cinémont, todavía quedan algunos buenos pasos por hacer para la “pequeña” ciudad en su nicho y en su escala. La historia de Souleymane, que narra la llegada de un migrante a Francia, por ejemplo, obtuvo un éxito alentador con unas cuarenta entradas.
La salvación de La Grange dependerá principalmente del valor añadido que consiga aportar para destacar. Su comité parece haberlo percibido. La primavera pasada tuvo el reflejo de recuperarse ofreciendo un festival de varias películas en torno a la exposición Taxi Compostelle, centrada en la inmigración gallega. ¡Quino! “Pero dudo que este tipo de eventos se repitan. Se necesita tanta energía para el número de voluntarios que tenemos”, lamenta Pol-André Rais. Nancy Freléchox aprovecha la ocasión para lanzar un llamamiento: “¡La puerta de nuestro comité está abierta de par en par a las personas de buena voluntad!”
Intercambios intensos
Más simple, el nuevo equipo también se ha centrado en ampliar la experiencia ofreciendo el mayor número posible de conversaciones con los realizadores después de las proyecciones. “Las discusiones suelen ser intensas. Recuerdo una película con cuatro espectadores y el director se divirtió tanto como si la sala estuviera llena”, subraya Pol-André Rais.
Y luego, en estos tiempos, La Grange podría aprovechar su pequeño tamaño para convertirse en ese espacio donde no comprometemos la libertad de expresión, a veces incluso si eso significa ofender. Un ejemplo: el cine había aceptado Film Covid – ¡¿Totalitarismo suizo?!, una obra que criticaba las medidas sanitarias, cuando muchos otros habían renunciado a ella por miedo a alienar a algunos de sus clientes. Aun así, la sala estaba llena. “No estamos aquí para decidir qué es bueno o malo transmitir. Queremos dar libertad de expresión a los realizadores”, afirma Nancy Freléchox. Ninguno de los miembros del comité asistió a la proyección.
Otra película que también podría despertar pasiones: Hasta la falla que se interesa por la energía geotérmica en Suiza y trata sobre el proyecto Haute-Sorne. Aún no se conoce la fecha de paso, pero apostamos a que no quedarán muchas plazas vacías.
Económicamente, el cine lamenta la eliminación de los 5.000 francos. asignado por la ciudad de Delémont. “Es una lástima que no nos reconozca como necesarios”, suspiran los dos miembros del comité.
Al salir, les decimos que definitivamente no venimos lo suficiente a esta sala, aunque nos guste. “Todo el mundo nos dice que…”