Escúchalo atentamente y recuerda su nombre. Oirás hablar de él. Yamê es un artista en una encrucijada. De esos que no encajan en las cajas. El sábado 9 de noviembre de 2024, el que el año pasado todavía era un completo desconocido simplemente le dio al público de Normandía en Saint-Lô (La Mancha) una gran bofetada.
Si ataca su concierto en un torbellino de bajos y luces, para un rap vigorizante, Yamê gira sobre sus talones unos minutos más tarde, para lanzar tres acordes de Stevie Wonder y continuar con una mezcla de funk y jazz, con una voz principal.
Y esto es sólo un pequeño vistazo de lo que el cantante puede hacer. Llevando a su audiencia con él en piezas, cada una más original que la anterior, sorprenderá a la sala con su poder vocal. “Saint-Lô ocupará un lugar especial”, admite el artista, casi tímidamente, entre dos canciones. Como sorprendido por su éxito. “ Este es el último concierto de unas cincuenta fechas. Una primera gira durante la cual sucedieron muchas cosas. »
Lea también: Encuentros Sonic 2024. Katel en escucha inmersiva en el museo: “Me gusta esculpir el sonido”
Jazz, rap, música soul… Y Aznavour
A su vez, Yamê rapea, slams, tararea, entona, interpreta soul o jazz, con el mismo talento. El ramo final florece con ritmos africanos, para hacer bailar a toda la sala.
No hemos visto pasar esta hora del concierto cuando el final ya se acerca. Como recordatorio, la joven cantante se atreve a retomar Bohemia de Aznavour. Ofrece una adaptación personal, muy jazzística y llena de descaro, dando una conclusión magistral a esta actuación.
Lea también: Citas sonoras 2024. Zoufris Maracas ofrece un viaje al sol sin demasiado calor
¿La revelación de Sonic Rendezvous?
“Es un primer proyecto, gracias por apoyarme así… Y veremos qué pasa después”. espetó Yamê, antes de abandonar el escenario e ir al encuentro de su público para una sesión de firmas.
El futuro de este artista de treinta años ya parece estar trazado. Solo escúchalo al final de tu concierto. La palabra “revelación” está en boca de casi todos. Toda una hazaña, frente a un público que probablemente no conocía más que dos de sus canciones antes de entrar a esta sala de espectáculos.