Las luces juegan en su rostro, recorriendo su cabello oscuro y revelando dos grandes alas detrás de su espalda. Con su vestido corto y sus grandes botas negras, Emilie Simon parece un hada gótica, el viernes 8 de noviembre de 2024 en el teatro municipal de Saint-Lô (La Mancha).
Con su voz suave, a la vez suave y decidida, dice: “Lily se encuentra secuestrada por un tigre alado que la lleva a una estrella polar, Polaris. (título de su último álbum)… » Y aquí los espectadores del festival Rendez-vous soniques emprenden un viaje “interestelar”onírico, entre música electrónica y canciones.
Acompañada en el escenario por dos músicos, Emilie Simon pasa de un instrumento a otro, entre la guitarra, el arpa y el teclado. Con frecuencia golpea una extraña caja que rodea su brazo izquierdo y gracias a la cual sus palabras y su música adquieren una nueva dimensión, resuenan, reverberan, suben y bajan.
Las luces también evolucionan constantemente, resaltando, evocando y contando la historia de Lily. Emilie Simon no deja de incluir, en medio del universo onírico de Polaris, piezas de sus viejos álbumes, de la banda sonora de La marcha del emperador tiene Vegetal. No es un concierto, es un espectáculo, es un viaje, del que salimos encantados, encantados, impresionados.