El príncipe Guillermo participó este miércoles en la cuarta edición de los premios Earthshot Prize, un galardón medioambiental fundado por el propio heredero al trono. Ante unas 2.000 personas, los cinco ganadores de este prestigioso premio vinieron a recoger su trofeo, dotado con una recompensa económica de un millón de libras esterlinas. Para esta edición, el príncipe Guillermo había dejado de lado su elegante esmoquin y prefirió lucir una chaqueta oversize con unos chinos azules y zapatillas blancas para respetar la instrucción de llevar ropa sostenible y de segunda mano.
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La cuarta edición de los premios Earthshot Prize Awards en Sudáfrica
En 2020, el Príncipe Guillermo del Reino Unido anunció el lanzamiento de un ambicioso premio medioambiental ideado con Sir David Attenborough. A partir de 2021, los primeros premios se repartieron en Londres, el año siguiente en Nueva York y el año pasado en Singapur. Durante cada edición, cinco ganadores obtienen un premio en una de las cinco categorías. Cada premio cuenta con una ayuda económica de un millón de libras esterlinas (aproximadamente 1,2 millones de euros). Los últimos premios se entregarán durante la edición de 2030.
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Este miércoles 6 de noviembre de 2024, fue en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, donde el Príncipe de Gales, de 42 años, acudió para asistir a la 4ª edición de su premio. Durante las tres ediciones anteriores, el evento había adquirido un cariz glamuroso, comparable al de las mayores ceremonias de premiación. El príncipe William usó esmoquin en todas las ocasiones, y llegó del brazo de su esposa en 2021 y 2022 y de la actriz Cate Blanchett en 2023. Este año, el príncipe William había dejado de lado su esmoquin. Llevaba unos sencillos pantalones chinos de color azul oscuro comprados en una tienda de segunda mano en Londres, una chaqueta vintage de cuadros extragrande y una camisa azul sin corbata. También calzó unas zapatillas blancas de la marca 100% eco-responsable Purified Shoes.
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El príncipe Guillermo guarda su esmoquin para esta edición en Ciudad del Cabo
La pauta de vestimenta de este año fue usar ropa sostenible o de segunda mano. El código de vestimenta no impedía encontrar trajes de noche que cumplieran con estos criterios. Este fue el caso del famoso especialista en animales australiano Robert Irwin con esmoquin y de la actriz sudafricana Nomzamo Mbatha con traje de noche. Robert Irwin y Nomzamo Mbatha, ambos embajadores del Premio Earthshot, acompañaron al Príncipe William a la ceremonia.
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Las modelos Heidi Klum y Winnie Harlow, la actriz Nina Dobrev y el artista Tobe Nwigwe fueron las encargadas de entregar los trofeos a los cinco ganadores, mientras que el actor Billy Porter y el presentador Bonang Matheba fueron los encargados de presentar el espectáculo en directo por televisión e Internet. Más de 2.500 proyectos innovadores se presentaron a esta edición. Desde hacía algunas semanas se conocía una lista de 15 finalistas (tres por categoría) y sólo faltaba conocer los nombres de los cinco ganadores. El Premio a la Protección y Restauración de la Naturaleza fue otorgado a la iniciativa Altyn Dala que salvó de la extinción al antílope saiga en peligro crítico de extinción en Kazajstán.
El premio a la contaminación del aire fue otorgado a la organización Green Africa Youth, que construye infraestructura de reciclaje en África y establece sistemas para cambiar el comportamiento dentro de las comunidades e introducirlas en la economía circular y la lucha contra los residuos. El premio por salvar los océanos es para la Coalición de Alta Ambición para la Naturaleza y las Personas (HAC). Esta alianza entre 119 estados miembros de una comisión de las Naciones Unidas tiene el ambicioso proyecto de descontaminar completamente al menos el 30% de todos los océanos de aquí a 2030. El premio por un mundo sin residuos es para la empresa keniana Keep IT Cool, que utiliza energía solar para funcionar los sistemas de refrigeración utilizados por los agricultores. Finalmente, la empresa estadounidense Advanced Thermovoltaic Systems ganó el premio a la mejora climática. La empresa ha desarrollado un sistema para convertir el exceso de calor obtenido durante la fabricación de cemento en electricidad.