El día después de la muerte de su padre, el poeta y rockero Lucien Francoeur, su hija Virginie dio un testimonio conmovedor, relatando haber pasado sus últimos momentos junto a su cama recitándole poemas al oído.
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“A pesar de todos sus excesos, yo, mi padre, habría ido al infierno a buscarlo. Siempre lo quise, habría hecho todo lo posible para salvarlo”, dijo Virginie Francoeur a Sophie Durocher el miércoles en una entrevista en la radio QUB en 99.5 FM Montreal.
Un último soplo de poesía
El poeta, cantante, locutor de radio y profesor falleció el martes por la noche en el Hospital General Judío, donde fue trasladado el 22 de octubre debido a un paro cardíaco.
“Le tomé la mano y le recitamos poemas al oído”, dijo su hija, profesora de la Polytechnique.
FOTO TOMA ICZKOVITS
“Estábamos junto a su cama, mi madre y yo. Pasamos todos nuestros días allí. Le leímos sus poemas y también los de Miron, Nelligan, Rimbaud”, explicó, subrayando que la poesía les ayudó a superar esta dura prueba.
“Rockero hasta el final”
Conocido por su franqueza y su estilo extravagante, Lucien Francoeur nunca hizo concesiones en su personalidad, recordó Virginie Francoeur.
“Mi padre vivía a 150.000 la hora. Incluso en el hospital, cuando fuimos a buscar su ropa, llevaba una chaqueta de cuero, sus jeans, sus 511, sus botas de vaquero de lagarto rojo. Fue allí como rockero hasta el final”, subrayó Francoeur.
TOMA ICZKOVITS
El comediante Michel Barrette, viejo amigo del fallecido, recuerda a un hombre “más grande que la vida”.
“Era una de las personas más divertidas que he conocido en mi vida. Un rockero intelectual que opinaba sobre todo”, testificó.
“Tanto en la felicidad como en la angustia y el sufrimiento a veces, fue intenso”, dijo. Que amaba a ese chico, que amaba a ese chico”.
*Este texto, generado con ayuda de inteligencia artificial, fue revisado y validado por nuestro equipo a partir de una entrevista realizada en la QUB.