El editor Antoine Gallimard deploró el lunes el “silencio” de los organizadores de la Feria Internacional del Libro de Argel que, en vísperas del premio Goncourt concedido el lunes a Kamel Daoud, prohibieron la visita de la editorial y luego no quisieron. para explicar. Esta prohibición fue notificada a Editions Gallimard a principios de octubre, cuando “Houris”, la novela franco-argelina sobre la violencia de la “década negra”, la guerra civil de 1992-2002, era vista como una de las grandes favoritas de el Premio Goncourt.
El lunes, mientras esta novela ganaba el premio, Antoine Gallimard lamentó la prohibición del libro en Argelia, donde es ilegal vender obras relacionadas con esta época. “Es desafortunado. Y también es lamentable que Argelia nos haya impedido estar presentes en la Feria del Libro”, comentó, entrevistado por la AFP. “Pero creo que en Argelia tienen la fuerza suficiente para encontrar una manera de leerlo de otra manera”, añadió el jefe del grupo Madrigall, en referencia a las ediciones piratas que circulan. Consultado sobre el diálogo que pudo haber tenido con los organizadores de la Feria del Libro, respondió que no había habido “ninguno”. “Lo intentamos pero no respondieron, no había nadie. La ley del silencio”, explicó.
No es “un gesto político reivindicativo” para el presidente del jurado
Los jurados del Premio Goncourt negaron que esta prohibición de la novela influyera en su elección. “No deberíamos considerar este libro, ni siquiera su consagración por la Academia Goncourt, como un gesto político vengativo contra un país amigo”, subrayó el presidente del jurado, Philippe Claudel. “Y creo que la literatura, precisamente, puede permitir restablecer, coser vínculos que algunas personas están demasiado dispuestas a querer romper, o tal vez tienen interés en ver rotos”, añadió.
“No creo en absoluto que haya deseo de confrontación”, comentó, por su parte, Christine Angot, otra miembro del jurado. “Tenemos una voz. Es la única voz que dice lo que hay que decir. Por eso no podemos ignorarlo, reconocerlo, inclinarnos ante él. No podemos actuar como si no oyéramos lo que dice”, afirmó sobre Kamel Daoud.