El manual del emprendedor para dominar el arte de la “reunionitis”

El manual del emprendedor para dominar el arte de la “reunionitis”
El manual del emprendedor para dominar el arte de la “reunionitis”
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Dominar el arte de la “reunionitis” no es tan fácil como podría pensarse. Este es un verdadero arte que requerirá práctica para lograrlo. Sumerjámonos (con humor) en el manual del emprendedor.

El ritual del café matutino previo a la reunión

El día del emprendedor comienza invariablemente con el ritual del café matinal previo a la reunión. Es como una ceremonia sagrada donde el emprendedor prepara su pócima mágica para enfrentar la “reunionitis”. La taza de café se convierte en el aliado indispensable, logrando que el emprendedor entre a la sala de reuniones con la dosis perfecta de motivación cafeinada. Es el combustible que convierte los bostezos en risas y los suspiros en sonrisas.

Desarrollar el plan de ataque visual.

Antes de cada reunión, el emprendedor domina el arte de desarrollar el plan visual de ataque. Armado con cuadros, gráficos y diagramas complejos, crea una presentación digna de un arquitecto jefe. La sala de reuniones se convierte entonces en el escenario de una presentación visual épica, con el empresario en el centro de atención. Es un espectáculo donde cada diapositiva es un acto y cada gráfico es un truco de magia.

Entrando al escenario del teatro

La entrada del empresario a los escenarios teatrales es un momento clave. La puerta se abre con cómica solemnidad y el empresario entra como una estrella de cine. Los ojos convergen, los teléfonos inteligentes se guardan y es el comienzo del espectáculo de la “reunionitis”. Con un toque de dramatismo, el empresario cautiva a su público, dispuesto a ofrecer una actuación memorable.

El lenguaje de las siglas

El “reunionita” es un idioma en sí mismo y el empresario domina el arte del lenguaje de las siglas. Cada palabra está abreviada, cada expresión se condensa en una serie de letras misteriosas. Es como un código secreto que hace que cada encuentro sea tan emocionante como un episodio de una serie de detectives. El empresario hace malabarismos con las siglas como un detective con pistas, desvelando poco a poco el misterio de la agenda.

Interjecciones de aprobación

Las interjecciones de aprobación se convierten en una coreografía sincronizada. “hmm”, “ah” y “por supuesto” son los movimientos clave de esta danza verbal. El empresario, como un director de orquesta, guía el encuentro con interjecciones rítmicas, marcando el ritmo de la discusión. Es una sinfonía de sonidos que marca cada punto de la agenda, transformando palabras simples en una melodía armoniosa y colaborativa.

El gran final de la agenda

Cada reunión culmina con el gran final de la agenda. El empresario, tras sortear temas complejos y acaloradas discusiones, concluye el encuentro con un perfecto dominio del arte de cerrar debates. Es como una actuación magistral donde cada punto se resuelve de manera brillante, dejando al público impresionado y satisfecho. Este es el momento de encontrar tu resolución temporal, hasta la próxima reunión.

La búsqueda épica de Wi-Fi estable

En el centro de cada reunión, el emprendedor se embarca en una búsqueda épica para encontrar el santo grial del Wi-Fi estable. Armado con su smartphone como un caballero moderno, recorre los pasillos y rincones de la empresa en busca de la señal perfecta. Es una aventura emocionante donde cada barra de conexión es un tesoro que buscar y cada punto de acceso es un oasis en el desierto digital.

Coffee breaks que se convierten en sesiones improvisadas de lluvia de ideas

Las pausas para el café toman un giro inesperado cuando el emprendedor se encuentra en medio de sesiones improvisadas de lluvia de ideas. Entre dos sorbos de café, las ideas estallan como fuegos artificiales y las apasionadas discusiones transforman la máquina de café en un ámbito creativo. Es una deliciosa mezcla de cafeína e inspiración, donde las mejores ideas suelen nacer en el ambiente relajado de las pausas para el café.

Discusiones surrealistas sobre material de oficina.

En el mundo de la “meetingitis”, incluso las discusiones sobre material de oficina toman un giro surrealista. Lo que se suponía que sería una simple conversación sobre bolígrafos y post-its se convierte en un debate filosófico sobre la existencia misma de los clips. Argumentos apasionados y digresiones absurdas hacen de cada encuentro una aventura impredecible y hilarante.

Dominar este arte es un desafío diario para el emprendedor moderno. Así que no dudes en empezar tu formación.

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