un comienzo oportuno para el año escolar

un comienzo oportuno para el año escolar
un comienzo oportuno para el año escolar
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El pasado mes de agosto no sólo empezó el curso escolar, también las escuelas de música abrieron sus puertas de nuevo. Entre julio y septiembre, la luthier friburguesa Carolina Kubicek-Jallais tiene mucho trabajo por delante. De hecho, este último se enfrenta a un aumento de solicitudes de personas que desean alquilar, afinar o reparar su instrumento.

Además, se encarga de recibir a cada cliente para devolverle un violín o una guitarra. La directora del taller “Le Counterpoint” se encuentra, por tanto, muy solicitada, hasta el punto de tener que rescatar instrumentos dañados durante la semana a altas horas de la noche.

Justine, músico profesional, acude periódicamente al taller de fabricación de violines situado en el centro de Friburgo. Explica que cada encuentro con Carolina es único. “Es un momento muy íntimo, porque confiar tu instrumento a otra persona es delicado”, dice. “Las manos del luthier son de oro porque es él quien elige el material o realiza los pequeños retoques. Al final, para mí es muy interesante ver los ajustes del instrumento”, continúa el melómano.

Después de 20 años de ejercicio, Carolina tiene desde hace un año su propio taller junto a la Catedral de San Nicolás y no está dispuesta a dejar de vivir de su pasión.

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