Cada año, miles de personas sufren un paro cardíaco u otras emergencias médicas. Si bien la presencia de testigos es tranquilizadora, es alarmante observar que solo una minoría de la población está capacitada en procedimientos para salvar vidas. Sin embargo, estas habilidades básicas pueden marcar la diferencia en el pronóstico final del evento.
Más allá del aspecto humanitario, esta formación tiene muchas ventajas. A menudo se requiere en un contexto profesional, mejora la seguridad en el trabajo y permite afrontar con más tranquilidad los imprevistos de la vida diaria. Además, es accesible para todos, independientemente de la edad o el nivel. Así pues, la formación en primeros auxilios aporta numerosos beneficios personales. Permite ganar confianza en uno mismo, gestionar mejor el estrés en situaciones de urgencia. En muchos sectores de actividad, el dominio de los gestos de primeros auxilios es una ventaja innegable. Permite tranquilizar a los clientes o compañeros, prevenir accidentes laborales e intervenir eficazmente en caso necesario. Es un elemento diferenciador que se puede valorar en un CV.
La formación en primeros auxilios está abierta a todos y se adapta a los diferentes niveles de competencias y necesidades. La base es el PSC1: Prevención y ayuda cívica nivel 1. Esta formación de un día, accesible a partir de los 10 años, según las recomendaciones de la Cruz Roja Francesa, permite adquirir los gestos esenciales (…)
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