Fútbol de Argelia– Argelia y la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) dieron un duro golpe a Marruecos durante la competición de 10.000 metros en el marco de los Juegos Africanos de los Trabajadores, actualmente en desarrollo en Dakar, la capital senegalesa. Este éxito pone de relieve la excelencia deportiva de las dos naciones y bien podría interpretarse como un desaire a Marruecos en un contexto geopolítico tenso.
El corredor argelino Mehdi Thabet ganó la medalla de oro en esta emblemática prueba. Asiduo a los podios, ya se había distinguido al ganar el título durante la prueba internacional “Sahara Marathon”, una carrera simbólica organizada en apoyo de la causa saharaui. Thabet, auténtico icono de la media distancia argelina, ha vuelto a demostrar su talento y determinación en el panorama internacional.
La medalla de plata, por su parte, se la arrebató el corredor saharaui Cheikh Sidi Taleb. Al terminar en segundo lugar, le dio a la República Saharaui su primera medalla en esta competición. Este éxito histórico es motivo de orgullo para el pueblo saharaui, a menudo marginado en la escena internacional. Taleb dedicó esta victoria a su país, destacando la importancia de seguir luchando no sólo en las pistas, sino también por el reconocimiento de su soberanía.
Este doble triunfo adquiere un simbolismo particular. Argelia, ferviente defensora de la causa saharaui, consolidó su papel de líder regional gracias a este éxito deportivo. Además, la actuación saharaui es un fuerte mensaje dirigido a Marruecos, que reclama el territorio del Sáhara Occidental, una disputa que ha envenenado las relaciones entre las dos naciones durante décadas.
Así pues, este dominio contra Marruecos, que no obtuvo ninguna medalla en los 10.000 metros, es mucho más que una simple actuación atlética. Simboliza un acto de resistencia, una victoria diplomática y un recordatorio del poder del deporte en contextos de rivalidades geopolíticas.
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