Siete meses después, Oleksandr Usyk lo volvió a hacer. Frente a su gran rival Tyson Fury, el jefe de los pesos pesados volvió a triunfar este sábado por la noche en Riad, Arabia Saudita, conservando así sus cinturones de campeón mundial de la AMB, la OMB y el CMB. Aunque el combate estuvo más reñido que el anterior, el ucraniano, que mantuvo su invencibilidad (23 victorias en 23 combates), fue declarado vencedor por puntos tras 12 asaltos de rara intensidad (116 a 112).
Al entrar al escenario vistiendo un traje largo rojo y blanco estilo “Santa Claus”, Fury, como de costumbre, ofreció un espectáculo en el Kindgom Arena.
El boxeador británico (36 años, 34 victorias, 1 empate, 2 derrotas) no se había afeitado la larga barba, como le pedía el clan de su oponente.
Por su parte, Oleksandr Usyk apareció en el ruedo vestido con el traje tradicional ucraniano.
A diferencia del último enfrentamiento, Fury mostró paciencia y logró golpear a su rival con más frecuencia.
Pero, gracias a su velocidad de movimiento y su precisión, Usyk hizo mucho daño al acercarse y colocarle su serie de golpes en la cara, especialmente durante el cuarto asalto.
El “Rey Gitano” ha sufrido muchos golpes…
Respetuosamente, los dos hombres se abrazaron antes del anuncio de la decisión de los jueces y el resultado final.
Declarado vencedor por decisión unánime de los jueces, Usyk celebró su victoria, quien sigue siendo el campeón indiscutible de la categoría de peso pesado.