Sadio Mané desvía su agenda de los Premios CAF. Este lunes, mientras el mundo del fútbol se dirige a Marrakech para la presentación del Balón de Oro africano, Mané elige un destino inesperado. Lejos de las festividades marroquíes, se encuentra en Bourges, Francia, por negocios relacionados con el Bourges FC, del que es principal accionista. Al llegar el día anterior, fue recibido por los dirigentes del club y su familia.
Su discreta llegada a Bourges marca el inicio de una intensa estancia profesional. Mané empezó la jornada fichando un nuevo entrenador para el primer equipo. Un gesto que subraya su inversión en el club Nacional 2. Al mismo tiempo, se sumerge en el ambiente local asistiendo a los entrenamientos masculinos, revelando su ambición de hacer del Bourges FC un pilar del fútbol francés.
Este desvío profesional coincide con una temporada deportiva mediocre para Mané, excluido de los honores africanos este año. Sus respetables estadísticas con Al-Nassr contrastan con un magro historial colectivo. Si bien el trofeo africano parece destinado a otras figuras en ascenso, Mané prefiere consolidar sus proyectos fuera de los campos marroquíes.
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