Nantes-Rennes, el domingo, no estará completamente lleno ya que el espacio que habitualmente ocupa la Brigada del Loira estará cerrado. Una decisión cautelar del comité disciplinario de la LFP el pasado miércoles, tras los incidentes ocurridos en el Nantes-Le Havre (0-2, diciembre), un partido interrumpido en dos ocasiones tras el lanzamiento de varios objetos al césped. El caso también ha sido puesto bajo investigación y se espera un veredicto para el 18 de diciembre.
El aparcamiento de visitantes también debería estar vacío para este derbi clasificado 4 sobre 5 en la escala de riesgo de la División Nacional de Lucha contra el Vandalismo, es decir, riesgos graves de alteración del orden público relacionados con disputas crónicas entre aficionados o la presencia de ciertos seguidores en riesgo. La temporada pasada, el desplazamiento de los aficionados del Rennes a Beaujoire fue supervisado y limitado a 500 plazas.
Los ultras de Rennes boicotearon este viaje, pero hubo intentos de enfrentamientos entre ultras en el viaje de ida y vuelta, según el decreto prefectural adoptado este martes, que prohíbe el acceso a Beaujoire a cualquier persona que se declare partidaria del estadio de Rennes. Un decreto ministerial que prohíbe los viajes también debería ir en esta dirección, pero podría ser atacado por la Asociación Nacional de Hinchas ante el Consejo de Estado, y tal vez suspendido, como el que afectó a los hinchas del Nantes en París el sábado pasado.