El Manchester City, que llevaba tres goles de ventaja, se desplomó ante el Feyenoord (3-3) el martes en la Liga de Campeones, una goleada espectacular después de una serie de cinco derrotas que ya habían debilitado a la armada de Pep Guardiola.
Los campeones de Europa de 2023 y los cuatro veces campeones de Inglaterra se están hundiendo en una crisis antes de un peligroso viaje a Liverpool el domingo y dos próximos partidos cruciales en Europa, contra la Juventus y el Paris Saint-Germain, también fuera.
El martes, en su césped, los “Ciudadanos” tal vez creyeron que estaban malditos, debido a las numerosas oportunidades perdidas, primero, y al cataclísmico final del partido, después. Hubo un cabezazo de Haaland en un poste (10º), una volea de Jack Grealish bloqueada por un compañero (13º) y un salto reflejo de Timon Wellenreuther en un disparo de Phil Foden (23º). Y estuvieron, sobre todo, sus repetidos errores defensivos que permitieron a Anis Hadj Moussa (75º, 3-1), Santiago Giménez (82º, 3-2) y David Hancko (89º, 3-3) hacer el aguafiestas. Los holandeses, futuro rival del Lille en enero, obtuvieron un tercer gran resultado fuera de casa en Europa, tras las victorias en Girona y Benfica. Y colocan en una situación muy incómoda a los ingleses, que creían haber abierto el camino a un éxito fácil y significativo al cabo de una hora.
Un empate en el Etihad parecía inimaginable después del doblete de Erling Haaland (44.º, 53.º) y el gol de Ilkay Gündogan (50.º), pero lo imposible se produjo en lo que una vez fue una fortaleza. Si la defensa es un asunto colectivo, la responsabilidad de la goleada todavía recae en parte sobre los hombros de Josko Gvardiol, culpable de un balón en el primer gol del Rotterdam. Al defensa croata, que ya lo estaba pasando mal el sábado ante el Tottenham (derrota por 4-0), se unió a su angustia Ederson, el portero que chocó pero que falló por completo en su salida en el gol 3-3. “Hemos perdido muchos partidos últimamente, somos frágiles” y sobre todo en defensa, “pero no sé si es un problema mental”, comentó el técnico Pep Guardiola, con cara de derrota y en voz baja, ante el micrófono de Amazon Prime.
Su máquina ganadora parece haberse roto bajo el peso de las ausencias, empezando por la de Rodri, Balón de Oro 2024, un centrocampista defensivo estabilizador y dinamizador, mermado por una grave lesión en septiembre.
Pero el catalán tendrá que mejorar sobre todo la moral del resto de jugadores si quiere seguir vivo en la Liga de Campeones.
Probablemente tendrá que ganar los últimos tres partidos de la fase liguera, pero “por el momento no estoy preparado para pensar en eso, tengo que recuperarme, prepararme para los próximos partidos”, evacuó al aire de los ingleses. locutor.