El título conseguido unas semanas después no hizo más que reforzar esta idea. Y prácticamente obligó al presidente Bart Verhaeghe a frenar la búsqueda de un entrenador de talla europea para la siguiente temporada. Agradecerle a Hayen después de una remontada tan espectacular habría sido demasiado cruel. El ex entrenador, al borde del C4 con el Club NXT y ascendido por defecto tras la destitución de Ronny Deila, merecía una oportunidad real.
Dudábamos de su éxito. Incluso lo convertimos en el favorito número uno con la poco envidiable etiqueta de primer entrenador despedido de la temporada 2024-2025. La apuesta ya está perdida porque ya se han eliminado tres T1 (Lattanzio en Saint-Trond, Riemer en Anderlecht y García en Lovaina). Pero, sobre todo, Hayen demuestra en mayor medida que estábamos equivocados.
gaviotaEntrena a su propia imagen: sin complicaciones y sin intentar complicarlo.
Sin hacer aspavientos, resistió un inicio complicado (derrotado en la Supercopa, un punto sobre nueve para empezar la Pro League). Desde entonces se ha instalado cómodamente en el banquillo del Brujas. Su Club está mucho mejor situado en la liga que el año pasado, con un retraso controlado sobre el Genk, y en la carrera por la clasificación para la siguiente ronda de la Liga de Campeones.
A su imagen, no intenta complicarse con la plantilla que tiene. Sabe quiénes son sus mejores jugadores (Jashari, Onyedika, Tzolis, Vanaken, etc.) y busca colocarlos en condiciones ideales. Logró organizar una rotación seria para mantener involucrados al mayor número posible de jugadores, incluso si el novato Siquet exigía más tiempo de juego. Y lanzó con éxito a varios jugadores jóvenes, en particular permitiendo que Seys se convirtiera en Diable durante unas horas, antes de que sufriera una lesión. No pospongas el sueño del niño.
En resumen, Hayen está haciendo un buen trabajo y, aunque el futuro de un entrenador sigue siendo siempre frágil, demuestra que todos aquellos que dudaban de él estaban equivocados, empezando por un servidor. Todas nuestras disculpas a Nicky, que incluso se convierte en un ejemplo a seguir para técnicos jóvenes, ambiciosos e inexpertos, como David Hubert en Anderlecht.