Después del fiasco franco-israelí en el Stade de France, los Bleus causan sensación… en Italia.
Poco más de 16.600 espectadores tomaron asiento en las gradas el jueves por la tarde en el Stade de France, para el partido de la Liga de las Naciones entre los Bleus e Israel.
Más allá del triste espectáculo observado Durante este empate sin goles, fue una muy mala operación por parte de la Federación Francesa de Fútbol que vino a sancionar los debates.
Bahías que suenan huecas, tiendas cerradas, un sistema de seguridad reforzado en parte responsabilidad de la FFF -en lo que respecta a los comisarios- y una pizarra en la meta que duele: casi 3,5 millones de euros en pérdidas para la empresa matriz del fútbol francés.
Los Blues mucho más atractivos que los Red Devils
el equipo francés pero sabe cómo obtener beneficios, incluso sin su estrella Kylian Mbappé. El domingo por la noche contra Italia, el estadio de San Siro estará lleno como un huevo, con entradas agotadas y con alrededor de 68.000 aficionados. Con un primer puesto de grupo en juego que seguramente parece adquirido por los azzurri. A menos que los franceses ganen por al menos tres goles.
A modo de comparación, en la misma Liga de Naciones, Italia recibió a Israel y Bélgica el mes pasado. El primer duelo se vio en el estadio de Udine, con 25.150 asientos, al que asistieron sólo 11.700 espectadores. La visita de los Diablos Rojos movilizó a 44.300 aficionados en el Estadio Olímpico de Roma con capacidad para cerca de 72.700 personas.
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