“Sucede así todos los fines de semana en el estadio”: ciertamente, pero estamos en el teatro, para “Stadium” en el TNBA de Burdeos. Ante la intrusión de una realidad que debería ser ajena a los espectadores de teatro.
En dos mitades (papas fritas y cervezas incluidas) se desarrolla la historia del RC Lens, con sus seguidores, sus ultras, sus animadores en persona. Acompañados de vídeos de hijos, nietos de trabajadores, orgullosos de ser de Lens: todos en el RC Lens, este club de fútbol campeón de Francia en 1998. Los aficionados coronaron al mejor público de Francia, ante el público del TNBA. Es pegadizo, alegre, hilarante, conmovedor: allí está representada toda la diversidad humana.
A veces surge un malestar, una sospecha de instrumentalización. Frente a vídeos documentales, mal encuadrados y vacilantes, pensamos en “Striptease”, o “Deschiens”. Una discrepancia. Acentuado por Mohamed El Khatib, que en el escenario asumió el papel malo, el de comentarista, como en ‘Moi, Corinne Dadat’, su anterior espectáculo. Pero estos son los efectos del teatro… ¿Nos sentiríamos objetivo de esta denuncia del interlocutor de la burguesía cultural? “¿Qué importa si eso trae a los niños al teatro?”, susurró un habitual en el escenario a la salida. Esto es lo que pretende el espectáculo participativo (con no profesionales en escena): ampliar los públicos. Y es una línea que sigue la directora del teatro, Fanny de Chaillé, que quiere “sacar el TNBA de sus muros”.
Bingo: fuera de campo fue aún más festivo. Los dos públicos unidos cantaron y bailaron en las escaleras de la sala Vitez, sin mucha diferencia entre ellos. Porque en realidad también podemos estar en el teatro el viernes y esperar con impaciencia el encuentro de los jugadores de Fabien Galthié contra los All Blacks el sábado.
“Stadium”, de Mohamed El Khatib, en TNBA, viernes 15 y sábado 16 de noviembre.
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