Patro Eisden está haciendo una gran temporada. En la Challenger Pro League, el club lucha por conseguir un lugar en los play-offs y, la semana pasada, también dio la sorpresa en la Croky Cup. Con una gran victoria por 4-1 ante el Charleroi, Patro se clasificó para los octavos de final, donde se enfrentará al Club Brugge.
Patro Eisden “hace todo lo posible” contra Charleroi
A pesar de esta buena actuación, la atención rápidamente se centró en la forma en que Patro saludó a su oponente. Después del partido, Rik De Mil, entrenador del Charleroi, reveló que su equipo no había recibido una bienvenida nada cortés en Maasmechelen. A los jugadores se les asignó un único vestuario con calefacción a 30 grados y sus baños incluso se cerraron temporalmente.
El entrenador del Patro, Stijn Stijnen, desestimó las críticas de De Mil, calificándolas de “las quejas de un perdedor dolorido”, sin negar los hechos. “Depende de nosotros hacer que la situación sea incómoda para el adversario. Hemos hecho todo lo que está a nuestro alcance”, afirmó.
Stijnen sancionado por sus “errores garrafales”
Sin embargo, estas acciones ahora le costarán caras a Stijnen y su club. De acuerdo a Las últimas noticiasla fiscalía federal decidió procesar tanto a Stijnen como a Patro. Al entrenador se le exige una multa de 2.500 euros, mientras que el club podría tener que pagar 5.000 euros.
“Esto es una afrenta a la preparación justa de los partidos entre dos equipos”, justifica la fiscalía federal. “Todo está hecho para perturbar el equilibrio del adversario de forma antideportiva, alterando su preparación física y mental. Huelga decir que este tipo de espectáculo empaña la imagen del fútbol belga, de la Unión Real Belga de empresas de fútbol y de la Pro League. “