“Un público de luto por un equipo sin orgullo”, “Jugadores, técnicos, directivos: todos responsables”. El viernes, los Dragones fueron recibidos por dos pancartas hostiles pegadas en la fachada del BCF Arena a su regreso de Lausana, donde habían sido azotados (6-0). Al mismo tiempo, la revuelta popular también se hizo notar en las redes sociales.
Además de las virulentas críticas en los comentarios de las publicaciones del club, se creó un grupo en Facebook “Por el regreso de Christian Dubé”. Más de un centenar se sumaron ayer al colectivo que exige la reintegración del técnico quebequense, destituido de sus funciones el 27 de mayo y sustituido por una sola temporada por Pat Emond (la llegada del sueco Roger Rönnberg en el verano de 2025 ya está en lugar).
“Enseguida me dije que este año de transición no iba a funcionar”, confiesa Sébastien, un aficionado al que se reunió el sábado en el BCF Arena, durante el partido contra el Ambri. “Sinceramente, creo que el regreso de Christian Dubé sería algo bueno”, añade Quentin.
A la vista de los pitos que acompañaron al anuncio del nombre de Pat Emond por parte del locutor, la opinión parece compartida por una parte de la afición. Pero los jugadores también se enfrentaron a los abucheos del público al final del segundo tiempo contra el Ticino. Habían desperdiciado una ventaja de tres goles.
Finalmente, el capitán Julien Sprunger ofreció la victoria a Gottéron (4-3) en el tercer tiempo, poniendo fin a la espiral negativa de cuatro derrotas. Suficiente para calmar la situación. Pero sólo temporalmente, porque en Friburgo nadie está todavía tranquilo.
