La policía debe ser respetada

La policía debe ser respetada
La policía debe ser respetada
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Vivimos tiempos difíciles en cuanto al respeto a la ley y a la policía: aumento de la violencia con armas de fuego, robos de coches, exceso de velocidad, etc. Incluso los conductores de autobuses escolares han denunciado esta semana en los medios de comunicación comportamientos peligrosos al volante. Pero, ¿cómo hemos llegado a esta situación? Una hipótesis es la falta de vigilancia policial en nuestras calles y carreteras. Hace unos días, un medio de comunicación informó de un descenso significativo del número de multas emitidas por la SPVM por cuestiones de seguridad vial. Se cree que la causa es la falta de personal sobre el terreno.

En una de mis clases de criminología, aprendí que una persona que sabe que puede ser atrapada con las manos en la masa duda antes de infringir la ley. En otras palabras, si tienes miedo de que te atrapen, te lo piensas dos veces antes de infringir la ley. Al ver la falta de policías en nuestras calles, me pregunto si nuestros funcionarios electos conocen esta verdad. Hace unos meses, todos vimos el video de un adolescente golpeando la ventana de un coche patrulla en la ciudad de Quebec. En mi época, nunca habríamos visto algo así. ¡Respetábamos a la policía!

Es hora de la represión.

No pasa un día sin que alguien se queje en las redes sociales por el exceso de velocidad en su calle, alrededor de la escuela de sus hijos, el anuncio de un accidente que implique exceso de velocidad, un ciclista o un peatón atropellado por un coche, etc. Incluso el ministro de Educación, Bernard Drainville, pidió esta semana a los padres que redujeran la velocidad cerca de las escuelas. Por supuesto, es importante concienciar a la población, así como rediseñar las calles para reducir la velocidad, añadir badenes, etc. Sin embargo, el miedo a ser atrapado por un agente de policía debe volver a nuestras mentes y, para ello, necesitamos gente sobre el terreno. El delincuente podría pensárselo dos veces antes de robar un coche, una bicicleta, sacar un arma, conducir rápido, saltarse un semáforo en rojo, etc. Entonces podremos vivir en entornos seguros en los que los ciudadanos respeten las leyes y respeten a la policía. Y, por favor, que nadie nos diga más: “No podemos poner un policía en cada esquina”. ¡Garantizar una presencia policial constante en nuestras calles no significa poner un policía en cada esquina! Es una elección política, porque un ciclista o un peatón atropellado es demasiado, porque la integridad y la seguridad de la vida humana son importantes y están reconocidas por la Carta de Derechos Humanos, porque merecemos algo mejor, merecemos vivir en paz.

Mario Marchand

Profesional de la salud jubilado

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