El protocolo de seguridad para los ciclistas y condiciones climáticas extremas está vigente desde 2016 en las carreras UCI. Luego se toman decisiones con los elementos conocidos antes del inicio de la carrera.
Cuando las condiciones meteorológicas empeoran durante la carrera y “no permitir una carrera segura y justa“, la UCI pide al presidente del panel de comisarios que neutralice la carrera, llegado el momento de tomar una decisión sobre la reanudación o no de la carrera.
Esta neutralización se realizará en movimiento, detrás del o de los coches de los comisarios. Durante este tiempo, el presidente del jurado deberá consultar a las partes interesadas. La UCI pide a la CPA que designe a tres corredores antes de la salida para que sirvan de interlocutores. Pero estos corredores no deben tener interés en la toma de decisiones (líder o compañero de un líder de una clasificación).
Si la carrera se reanuda después de la neutralización, el panel de comisarios decidirá si se tienen en cuenta o no las diferencias existentes entre los diferentes grupos en el momento de la neutralización. El caso ya existe para los pasos a nivel cerrados. Un intervalo inferior a 30 segundos no se tiene en cuenta al reiniciar.
De hecho, los comisarios ya tienen la posibilidad de neutralizar la carrera en caso de un incidente imprevisto que pueda distorsionar la carrera. Este año, la quinta etapa del Critérium du Dauphiné terminó en convoy tras una caída colectiva. En 2015, en la París-Roubaix, la primera parte del pelotón que había cruzado un paso a nivel descendente fue frenada por los reguladores para esperar al resto del pelotón que se había detenido. En 2018, la segunda etapa de la Vuelta a Croacia fue neutralizada durante 20 kilómetros debido al fuerte viento y el coche del director de carrera sirvió de pantalla y control de crucero. Por no hablar de las salidas ficticias que tienen lugar detrás del coche del director de carrera.
Cycling
France