En 2022, los bancos de alimentos registraron un aumento en el número de personas necesitadas. “Más de 210.000 belgas llamaron a nuestra puerta”, explica Piet Vanthemsche. La alta inflación y los costes energéticos debido a la guerra en Ucrania y las consecuencias de la crisis del Covid han provocado dificultades financieras para muchos compatriotas.
El año pasado sólo hubo 200.000. “Es un ligero descenso, pero la demanda sigue siendo muy alta”, explica Piet Vanthemsche. El objetivo de los bancos de alimentos es poder ofrecer el equivalente a cinco comidas semanales a todo aquel que pase por su puerta. “Pero esto ya no siempre es posible. De hecho, el número de donaciones de alimentos por parte del sector también ha disminuido ligeramente”, explica Vanthemsche.
En toda Bélgica, más de 700 asociaciones locales procesan los excedentes de alimentos de los minoristas y cadenas de supermercados. Por razones de seguridad alimentaria, el banco de alimentos no acepta alimentos de particulares.
Por último, sin entrar en detalles, Piet Vanthemsche indica que el número de donaciones en efectivo ha disminuido respecto a años anteriores. “Aunque todavía hay más donaciones que en 2019. La crisis del Covid y la guerra en Ucrania han aumentado la concienciación”, explica.
En Nochebuena, los bancos de alimentos con “De Langste Tafel” (La mesa más larga) sirven una comida navideña en todo el país a quienes no pueden permitírselo. Quienes deseen apoyar la campaña pueden donar un plato. El martes por la tarde, el contador mostraba 37.648 placas.
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