Planta Edgar Thomson de US Steel en North Braddock (Pensilvania), Estados Unidos, 4 de junio de 2024 (AFP/Rebecca DROKE)
US Steel y Nippon Steel amenazaron con emprender acciones legales después de que el presidente Joe Biden anunciara el viernes que estaba bloqueando la planeada adquisición del gigante siderúrgico estadounidense por parte del gigante japonés, una decisión con grandes riesgos políticos y geopolíticos. .
Esta fusión, que agita a los dos países aliados desde hace un año, “colocaría a uno de los mayores productores de acero estadounidenses bajo control extranjero y plantearía riesgos para nuestra seguridad nacional y nuestras cadenas de suministro esenciales”, explicó el presidente estadounidense.
“Una industria siderúrgica fuerte, de propiedad y operación nacional, es una prioridad clave”, insistió.
Estados Unidos es el mayor importador mundial de acero, un sector abrumadoramente dominado por su gran rival, China.
El ministro japonés de Economía, Comercio e Industria, Yoji Muto, consideró “incomprensible y lamentable que el Gobierno Biden haya tomado una decisión de este tipo alegando preocupaciones por la seguridad nacional”, según un comunicado enviado a la AFP.
“Esta no es una decisión contra Japón, hemos estado en contacto con ellos y hemos compartido nuestras impresiones”, aseguró la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, durante una rueda de prensa. .
“El Presidente sigue confiando en que el acero estadounidense y los trabajadores estadounidenses seguirán creciendo gracias a lo que ya ha logrado. La industria siderúrgica está más fuerte que en mucho tiempo”, añadió el portavoz.
El tema es objeto de un raro consenso en un escenario político muy tenso y dividido, mientras Joe Biden debe entregar las llaves de la Casa Blanca al presidente electo Donald Trump el 20 de enero.
– “No hay pruebas creíbles” –
El presidente estadounidense Joe Biden durante un discurso en la Casa Blanca, en Washington, Estados Unidos, el 3 de enero de 2025 (AFP/Chris Kleponis)
El sindicato de trabajadores metalúrgicos USW dijo que estaba “agradecido” por la decisión del presidente saliente de “mantener una industria siderúrgica fuerte en el país”.
En un comunicado, también pidió a la dirección de US Steel que “tome las decisiones necesarias para hacer crecer la empresa y mantenerla rentable”.
Pero los dos grupos siderúrgicos denunciaron esta decisión, considerándola “una clara violación” de la ley y amenazando con “tomar todas las medidas apropiadas”.
“El proceso fue manipulado para impulsar la agenda política del presidente Biden”, acusaron las dos empresas en un comunicado conjunto.
Según ellos, el presidente no ha presentado “ninguna prueba creíble de un problema de seguridad nacional”. “Desafortunadamente, esto enfriará a cualquier empresa con sede en un país aliado que planee invertir mucho en Estados Unidos”.
Gran defensor de la reindustrialización, el presidente también ha trabajado durante cuatro años para relanzar las alianzas internacionales de Estados Unidos, particularmente en Asia.
Lideró una diplomacia particularmente activa con Japón, considerado un aliado estratégico en la región. Pero por eso optó, en este asunto, por anteponer las consideraciones políticas internas.
Donald Trump, que hizo campaña con un mensaje de soberanía económica y proteccionismo, también aseguró que impediría esta fusión, anunciada inicialmente en diciembre de 2023.
– “Amenaza competitiva de China” –
La fábrica del gigante siderúrgico japonés Nippon Steel en Kitakyushu, Japón, 16 de febrero de 2024 (AFP / Philip FONG)
Un panel encargado de evaluar las consecuencias de una posible toma de control sobre la seguridad nacional de Estados Unidos se negó a pronunciarse a finales de diciembre, remitiendo la cuestión a Joe Biden, que tenía 15 días para decidir.
La operación se encuentra en el centro de la campaña presidencial, porque se refiere principalmente a Pensilvania, estado electoralmente estratégico y también cuna de las acerías en Estados Unidos.
El grupo japonés se esforzó en superar las reticencias de Joe Biden ofreciendo múltiples garantías y condiciones atractivas.
En particular, según la prensa, propuso que el gobierno americano tuviera derecho de veto sobre cualquier posible reducción de la producción de US Steel en Estados Unidos.
La siderúrgica japonesa también se comprometió a mantener el empleo y había prometido al menos 2.700 millones de dólares en inversiones en plantas industriales sindicalizadas, así como una bonificación de 5.000 dólares para los empleados de US Steel en caso de adquisición.
US Steel, por su parte, también hizo campaña a favor de esta adquisición, descrita como una forma de “luchar contra la amenaza competitiva de China” y garantizar la prosperidad futura de la empresa.
Los mercados reaccionaron negativamente a la decisión de Joe Biden, y las acciones de US Steel terminaron la sesión en Wall Street con una caída del 6,53%, hasta 30,47 dólares.