Esta es sin duda una de las fotografías más icónicas de un faro en medio de la tormenta. La del faro de Jument, en Ouessant, tomada por Jean Guichard el 21 de diciembre de 1989, que celebra precisamente su 35º aniversario. En aquel momento, las autoridades habían tomado la decisión de iniciar un programa para automatizar los faros… y así eliminar progresivamente el trabajo de guardián. Por tanto, el fotógrafo se propone realizar un trabajo de memoria en torno a esta profesión antes de que desaparezca. Y decide, a falta de documentos existentes, fotografiar también los faros en la tormenta.
“El faro quedó sepultado bajo las olas”
Fue así como el 21 de diciembre de 1989, aprovechando las favorables condiciones meteorológicas, despegó de Lorient en helicóptero. Dirección Mar de Iroise y Ouessant. Pero por falta de luz, se detuvo con su piloto en la Pointe du Raz, imaginando incluso tener que cancelar la intervención. Hasta que un rayo de sol brille. En el aire el espectáculo es impresionante. “El faro quedó enterrado bajo las olas”, recuerda Jean Guichard. Sobrevolando por primera vez el faro de Mare para tomar fotografías del faro en toda su altura, pidió a su piloto que se acercara después de ver salir por primera vez al farero por curiosidad.
“El mayor atractivo del mundo”
Es en este preciso momento cuando se tomará su emblemática foto. Mientras una enorme ola choca contra el faro. La foto dará entonces la vuelta al mundo. “Soy periodista, una bonita publicación fue suficiente para mi felicidad”, asegura Jean Guichard, tomando el ejemplo del semanario alemán “Stern” que encontró un lugar en una doble página para la foto, en medio de un número especial. dedicado a la caída del Muro de Berlín. “Cuando un asociado vino a decirme que una editorial quería hacer un cartel, acepté a medias, casi con desprecio… Porque no sabía nada de esta actividad”, continúa el fotógrafo. Que le vaya bien, porque, precisa, “hacia los años 2000, este cartel de la Mare representaba la mayor tirada del mundo”.
“Solo tenía los pies mojados”
Pero ¿cómo explica su autor el inesperado éxito de esta fotografía? “Ya nadie, ni siquiera los guardianes, tuvo la experiencia visual de un faro en medio de la tormenta”, cree. Jean Guichard continúa: “A través de esta fotografía, descubrimos cómo una construcción humana puede resistir la furia de los elementos naturales. Este faro está en primera línea de sufrir los embates de las tormentas pero esta torre de granito, a pesar de los arañazos, nunca ha caído. El guardia en su puerta valida la robustez del edificio y su pertenencia al trabajo humano”. El destino de este guardia, un héroe sin saberlo, también ha preocupado a muchas personas que han visto la fotografía. Pero, asegura Jean Guichard con una sonrisa, “sólo tenía los pies mojados”.
“Después de esta foto, vi muchas veces a Théodore Malgorn en Ouessant, donde vive en Lampaul. ¡Ya está retirado, pero creo que le va bien a pesar de que ha pasado un tiempo desde que hablo con él! »