“¿Vas a rendirte? », un paseo surrealista por el bazo de Baudelaire y Manet

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Gulcan (Serge Bozon) en “¿Te vas a rendir? », de Pascale Bodet. LA OSCURIDAD

LA OPINIÓN DEL “MUNDO” – DEBE VER

La historia es conocida: en la segunda mitad del siglo XIXmi siglo, Edouard Manet (1832-1883) mantuvo una atormentada correspondencia con Charles Baudelaire (1821-1867): el primero, un pintor maldito cuyos cuadros eran regularmente rechazados en el Salón de Bellas Artes, buscó apoyo en la pluma de Baudelaire, poeta y crítico de arte. Pero se mostró reacio a defender la obra de su amigo, y además del autor de Flores del mal (1857) tuvo muchos problemas con su propia carrera, esta colección le valió una condena por “insultar la moral pública y las buenas costumbres”.

Inspirándose en esta relación frustrada, la directora Pascale Bodet imagina un recurso burlesco en torno a tres personajes, en el París del siglo XXI.mi siglo: aquí están el pintor Eduardo (Benjamin Esdraffo), el poeta Carlos (Pierre Léon) y un extranjero, Gulcan (Serge Bozon, con peluca). Este bicho raro habla un lenguaje imaginario, puede irritar pero rápidamente se gana la simpatía de los protagonistas y del espectador, gracias a su amabilidad.

Si nos tomamos la molestia de aguantar un poco y aceptamos no dominarlo todo al principio, podremos saborear esta película que desarrolla, a lo largo de encuentros perdidos y de peregrinaciones por la capital, una suma de preguntas vertiginosas sobre la agonía del mundo artístico. creación – el título de la película que resume el cruel dilema. Basta mirar la mirada melancólica de Gulcan para tomar la medida: este falso ingenuo intenta lo mejor que puede (a fuerza de gestos y palabras picadas) disipar el malentendido entre los dos artistas. Tienes que escuchar a Bozón intentar pronunciar la palabra. «caricatura»en alusión a los dibujos satíricos que se burlaban de los cuadros de Manet, hundiendo a este último en una tristeza terrible.

Extrañeza del juego de Serge Bozon

En la película, Edouard (sin apellido) trabaja para reinventar el desnudo femenino, promete ser su obra maestra: la famosa Olimpia (1863), que provocó un escándalo en la época. Por el momento, sólo puede revelar un boceto sobre un papel y sueña que Baudelaire visita su estudio para descubrir la obra en curso. A través de Gulcan, el director imagina una nueva vía: ¿y si Olimpia se convirtiera en Olimpio? Del Centro Pompidou al barrio histórico de los talleres de pintores, en el siglo XVIImi distrito, esta ficción surrealista nos invita furtivamente detrás de las escenas del arte, de una comisión que asigna subvenciones al apartamento de un coleccionista.

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