“La verdadera riqueza” según Samuel Lewis, artista-campesino afincado en Bretaña – 19/04/2024 a las 10:30

“La verdadera riqueza” según Samuel Lewis, artista-campesino afincado en Bretaña – 19/04/2024 a las 10:30
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Samuel Lewis, “artista-campesino” británico afincado en Bretaña, posa el 2 de abril de 2024 en Duault, en Côtes-d’Armor (AFP / Fred TANNEAU)

A sus 37 años, Samuel Lewis nunca ha ido a la escuela ni ha trabajado: este “granjero-artista” británico que vive en Bretaña vive casi sin dinero, cultivando a mano cereales y hortalizas para “su alimento básico”. Una búsqueda de autosuficiencia que comparte en Internet o durante cursos gratuitos.

“La verdadera riqueza es la buena tierra y todo lo que nos da”, dice, con una gran sonrisa en los labios, mientras nos muestra su “rincón del paraíso”.

Tres hectáreas en una aldea de Duault, cerca de Callac (Côtes d’Armor), divididas en 35 parcelas: con su padre Gareth, de origen galés, cultiva centeno, trigo sarraceno, judías, patatas, frutas y otras verduras de la huerta. Sólo para consumo familiar.

Samuel Lewis trabajando en una de sus parcelas el 2 de abril de 2024 en Duault, en Côtes-d’Armor (AFP / Fred TANNEAU)

“El objetivo es hacer mi alimento básico”, resume. Los 500 árboles que plantó le proporcionan manzanas para hacer sidra o leña para calentarse. Las verduras y los cereales son excelentes sopas o ensaladas, pan y tortitas.

Aquí no hay tractor ni cultivador: trabaja “a la antigua usanza” y sólo por la tarde. Sus herramientas favoritas son la azada, la hoz o el mayal, compradas de segunda mano o fabricadas en su taller. Los vecinos mayores le enseñaron a usarlo.

“Soy el único en Europa occidental que cultiva cereales a mano”, proclama con un fuerte acento transcanal.

Jersey de lana hecho en casa, zuecos de madera, pelo largo y ralo, barba roja trenzada bajo la barbilla, Samuel Lewis, con aire de bardo de cuento de hadas, está sentado frente a un fuego de leña. Narra un viaje atípico, al margen de una sociedad de consumo que rechaza.

– “No vendo nada” –

En 1994, los Lewis abandonaron el norte de Inglaterra y se establecieron en el centro de Gran Bretaña. Allí compraron una ruina a bajo precio que reformarán “para tener más espacio” para sus dos hijas y su hijo.

Autodidacta, Samuel nunca fue a la escuela y aprendió a leer con la ayuda de su madre, ya fallecida.

Con la adolescencia llega el momento de las preguntas.

“Todo lo que hacemos como trabajo degrada el medio ambiente”, cree. “Ya a los 16 años estaba pegada a mi jardín. ¡Para mí no era posible (trabajar) en un edificio todo el día!”.

Samuel Lewis trabaja en una de sus parcelas el 2 de abril de 2024 en Duault, en Côtes-d’Armor (AFP / Fred TANNEAU)

Prefiere cultivar este jardín, su amor por la tierra, para llevar una vida sencilla, respetuosa con el medio ambiente. No dependas del dinero para vivir.

“Lo que hago es la antítesis de la agricultura moderna, no vendo nada”, afirma. “¡Matamos la tierra con la agricultura moderna!”

No rechaza la comodidad ni la modernidad, compartiendo la casa donde viven su padre y su hermana, para las comidas o internet. Pero prefiere dormir en el pequeño edificio de al lado, sin electricidad ni agua corriente.

Este “artista-campesino”, como él mismo se describe, dibuja todas las mañanas desde que era pequeño. Su personaje favorito, Tim el jardinero, está en el centro de un libro, coescrito con su padre y publicado recientemente por Ulmer Editions, “The Simple Life”, que combina reflexiones filosóficas y una guía ilustrada de jardinería.

Sus únicos ingresos provienen de este libro y de la revista mensual que escribe con su padre y su hermana Bethan, el “Central Britanny Journal” destinado a la comunidad británica de su región y con una tirada de 2.500 ejemplares. Rechaza la asistencia social.

Samuel Lewis muestra una de sus obras, un libro que él mismo hizo, el 2 de abril de 2024 en Duault, en Côtes-d’Armor (AFP / Fred TANNEAU)

“No podemos prescindir del dinero”, admite. Pero no se trata de “perseguir dinero”.

– La receta de la felicidad –

Lo poco que gana le permite ayudar a su padre a pagar las cuentas, los víveres escasos para el hogar y el combustible para los dos viejos coches de la familia. O vaya a tomar una copa al bar local o fest-noz con amigos.

Samuel Lewis dice que no compra casi nada o ropa o herramientas de segunda mano que se encuentran en los mercadillos. Un estilo de vida, reconoce, posible gracias a que tiene acceso a las comodidades del hogar familiar.

Quiere dar a conocer esta “vida sencilla”, especialmente en las redes sociales, Instagram o Facebook. Un vídeo que le dedicó el medio online Brut fue visto 1,3 millones de veces.

Samuel Lewis posa el 2 de abril de 2024 en Duault, en Côtes-d’Armor (AFP / Fred TANNEAU)

Desde 2022, organiza periódicamente jornadas de puertas abiertas y formación gratuita en su explotación alimentaria. No quiere necesariamente convencer a los visitantes, pero al menos quiere mostrar, especialmente a las generaciones más jóvenes, que es posible otro camino.

“Cuando era joven, me hacían sentir culpable por la vida que quería llevar”, recuerda.

“Todo lo que necesitamos, la tierra nos lo da. Si sabemos cultivarlo, podemos vivir en un entorno magnífico (…) comer buena comida, hacer un buen fuego para calentarnos”. La receta de la felicidad sencilla, según Samuel Lewis.

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