La tensión es claramente palpable entre Charles Leclerc y Carlos Sainz cuando aún quedan dos Grandes Premios por disputar en esta temporada 2024 de F1.
El Gran Premio de Las Vegas estuvo marcado por una nueva escalada de tensiones entre Charles Leclerc y Carlos Sainz. Mientras la Scuderia lucha por el campeonato de constructores, las rivalidades internas ponen en peligro esta ambición.
El incidente ocurrió en la vuelta 31, justo después de la segunda parada en boxes de Leclerc. Al salir por delante de su compañero de equipo, el monegasco todavía luchaba por calentar sus neumáticos. Su ingeniero de carrera, Bryan Bozzi, le había prometido que Sainz no intentaría nada, siguiendo las instrucciones establecidas. Sin embargo, estos acuerdos se hicieron añicos: unas curvas más tarde, Sainz ganaba en el interior de la curva 4, consiguiendo así la tercera plaza del podio.
La reacción de Leclerc no se hizo esperar. Furioso, denunció por radio una ruptura de confianza dentro del equipo.
“Siempre soy el único que sigue las instrucciones”
declaró, antes de prometer que no sacrificaría más su carrera por el interés colectivo.
Una rivalidad que dura
No es la primera vez que los dos pilotos se enfrentan de forma tan directa. Ya en el Gran Premio de España surgieron tensiones similares, con Leclerc acusando a Sainz de no respetar las instrucciones del equipo.
Estos repetidos enfrentamientos están poniendo a prueba una relación ya frágil y comprometiendo la unidad necesaria para que Ferrari pueda competir con McLaren en la lucha por el primer puesto del campeonato.
Una estrategia socavada
Además de las tensiones internas, Leclerc tuvo una carrera complicada. Autor de una salida sólida, donde superó a Pierre Gasly y Sainz desde la primera curva, se topó con el límite de sus neumáticos Medios. Al tratar de seguir la estela de George Russell, futuro ganador, provocó un gran “graining” que arruinó su primer stint.
A pesar de un mejor ritmo con neumáticos duros, Leclerc sólo pudo superar el cuarto puesto, insuficiente para alcanzar a Lando Norris en el campeonato de pilotos.
Un final de temporada de alta tensión
A falta de dos carreras, Ferrari tendrá que aliviar las tensiones entre sus pilotos. Frédéric Vasseur, director del equipo, prometió conversaciones para resolver estas diferencias. Pero con la anunciada marcha de Carlos Sainz a Williams, la unidad parece difícil de restablecer.
En un contexto en el que Mercedes se consolida como la nueva fuerza dominante, cada punto cuenta para Ferrari. Pero sin cohesión, la Scuderia corre el riesgo de perder mucho más que un simple campeonato de constructores.