Para la vigésima temporada del programa. Expreso de PekínRetransmitido a partir del jueves por M6, las diez parejas compiten para explorar África a través de Tanzania, Mozambique, Lesotho y Sudáfrica. Entre este “casting para sentirse bien y positivo”, según la producción, se encuentran Patricia, de 59 años, y Adrien, de 30, bautizados: los “amigos con treinta años de diferencia”.
Uno es “muy deportivo”, el otro “nada”, detallan a 20 minutos. “Más allá de nuestra diferencia de edad, tenemos personajes muy diferentes con Patricia”, dice Adrien, quien originalmente ha sido el mejor amigo de su hijo durante más de quince años. “Pero en este tipo de espectáculos es una fortaleza poder confiar en nuestras diferencias, ¡así es como nos complementamos y avanzamos! “, asegura.
Cuando Patricia pudo contar con el lado “comunicativo” de Adrien y su “positividad”, este último pudo contar con la resistencia y la perseverancia de su amigo. “Conseguí arrastrar a Adrien”, añade sonriendo. Lo que más funcionó fue que nos aceptamos tal como éramos. » “Subestimamos la fuerza de lo intergeneracional”, añade el treintañero.
El “sueño” de su vida
En cuanto a la preparación, el dúo, que fortaleció su amistad durante los “paseos deportivos diarios” de Patricia cuando Adrien estaba en paro hace tres años, confió (un poco) en la “suerte”. “Admito que me fui sin saber una palabra de inglés”, dice el mayor de la vigésima temporada. Me dije a mí mismo que lo vería directamente en el lugar”. Misma filosofía para Adrien respecto al deporte. “Antes de partir, corrí tres veces a orillas del Ródano [il vit à Lyon depuis deux ans]durante quince minutos. Y luego me di por vencido”, confiesa.
Pero ninguna capacitación podría haberlos preparado para lo que les esperaba en África. Hacer autostop, buscar alojamiento, encontrarse con poblaciones y culturas que no conocían… Los dos Côte d’Oriens hicieron “cosas que nunca habían hecho en sus vidas” y “aprendieron mucho de sí mismos” durante esta aventura. Pero, sobre todo, han realizado “el sueño de su vida”, afirman al unísono.
Expreso de Pekín“el pináculo” de las transmisiones
“Desde el primer espectáculo, hace veinte años, siempre me había dicho que algún día haría “Pékin Express”, explica Patricia. Nunca presenté la solicitud porque no pude encontrar un socio interesante con quien hacerlo. » Hasta el día en que Adrien sugirió enviar una solicitud conjunta.
Este asesor de integración profesional en la misión local de Lyon intentó participar seis años seguidos, hasta ser elegido para esta vigésima temporada. “Para mí, “Beijing Express” es el espectáculo de aventuras más noble, es el pináculo. » Entonces, cuando supo que había sido seleccionado, “solo tenía la palabra ‘increíble’ en la boca”, recuerda. Antes de añadir: “Es una locura ser seleccionado para todas estas candidaturas y decirte a ti mismo que vamos a vivir un sueño que hemos deseado durante años. Tiene un lado vertiginoso. »
Difícil “bajar” después del espectáculo.
Desde su participación (el rodaje se realizó el verano pasado), los dos amigos han luchado por “bajar”. “No sé cómo podré volver a sentir en mi vida diaria lo que sentí durante el “Beijing Express”, dice Adrien. “Hay emociones que nunca he tenido en sesenta años de vida, que experimenté durante el espectáculo”, asegura, a su vez, Patricia que “por primera vez” dice estar “orgullosa” de ‘Ella’. A partir de ahora, al que trabaja en máquinas expendedoras de café y confiterías le gustaría hacer labor humanitaria, o “bloguero profesional”, bromea.
Nuestro expediente sobre Beijing Express
Antes de concluir: “Sólo tengo una cosa que decir: si me llaman esta tarde para irme, saldré mañana por la mañana”. Mientras tanto, asume otros retos más locales, como descender el Ródano nadando con aletas en agua a 2°C.