Si eres fanático de los thrillers policiales, te encantará esta nueva miniserie sueca que actualmente es un éxito en Netflix. Inspirándose en una historia real, ya ocupa el tercer puesto en Francia.
Para relajarse después de una larga semana de trabajo y cuando el cielo se ve gris y el clima fresco, nada mejor que una miniserie. Este fin de semana, ¿por qué no tomar una manta y un chocolate caliente para ver un nuevo y emocionante estreno sueco en solo 4 episodios? ¡Te llevará menos de 4 horas verlo! Durante unos días, Crimen en la raíz un éxito en Netflix. La serie es tercera en el mundo y en Francia, justo después de la inmensa Juego del Calamar y Te extraño. Descubrimos una historia de detectives sin resolver. En 2004, un doble homicidio sacudió la ciudad de Linköping. Una mujer de cincuenta años y un niño de 8 perdieron la vida en circunstancias trágicas. Pero la policía no puede encontrar al autor de estos crímenes atroces. Hasta que la ley sueca evolucionó y otros protagonistas, en particular un genealogista, investigaron el asunto 16 años después.
En Crimen en la raízanalizamos técnicas científicas para resolver investigaciones.
En cuatro episodios, Crimen en la raíz nos permite descubrir una parte del trabajo de investigación que a menudo se pasa por alto: la evidencia científica. Para reabrir el caso sin resolver y encontrar finalmente al responsable de los asesinatos, los investigadores se basan en el ADN. Desde 2019, Suecia permite coincidencias de ADN familiar para resolver investigaciones, incluso a través de sitios de genealogía comerciales. Este ADN de parentesco permite resolver casos olvidados en todo el mundo. En Suecia, la historia de Linköping es particularmente emblemática.
Crimen en la raíz está inspirado en un caso sin resolver sueco real
La historia desarrollada por Crimen en la raíz está inspirado en un caso policial y judicial real que sacudió al país. En octubre de 2004, Anna-Lena Svensson fue asesinada a puñaladas en Linköping. La misma suerte corrió Mohammed Ammouri, un niño de 8 años. Cuando en 2019 la ley autorizó la búsqueda del ADN de los padres, la policía no perdió ni un minuto. Las huellas genéticas del asesino dejadas en el cuchillo y en una gorra ensangrentada, que hasta entonces no correspondían a nada en las bases de datos de la policía, pudieron así vincularse con las de un miembro de la familia del asesino. El culpable es Daniel Nyqvist. Fue detenido en junio de 2020 y declarado no responsable por trastornos psiquiátricos. Ahora está internado.
Artículo escrito en colaboración con 6Médias.
