Donald Trump se robó los reflectores de todos al ser el primero en anunciar oficialmente en su red Truth Social (y en mayúsculas): “Tenemos un acuerdo para rehenes en Medio Oriente. Serán liberados pronto. GRACIAS !” Una manera de demostrar hasta qué punto su llegada al poder en Washington cambiará la situación geopolítica, pero este anuncio también estaba en sintonía con la sociedad israelí. En la mente de todos, en todas las radios y televisiones, la mayoría retransmitiendo en directo desde la plaza de los Otages, o desde la cercana sede de las familias de los rehenes, aunque estas hayan pedido públicamente que se respeten sus emociones.
En los últimos días los preparativos van bien: el ejército incluso les ha dado un nombre: operación especial “Alas de la Libertad”. El presidente israelí recibió el miércoles a la directora del Comité Internacional de la Cruz Roja, que será responsable del traslado de los rehenes, Mirjana Spoljaric, recientemente regresada de Gaza. También se han movilizado varios hospitales israelíes. “Aprendimos nuestras lecciones de la liberación anterior, en noviembre”, explica el doctor Amir Blumenfeld, asesor médico de la asociación que representa a la mayoría