Zelensky está en todos los frentes para ejercer la mayor influencia posible en posibles negociaciones con su mejor enemigo, Vladimir Putin. El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, pidió el miércoles a sus aliados occidentales que gasten 250.000 millones de dólares en activos rusos congelados para comprar armas para su país y ayudarlo a combatir la invasión rusa.
“El mayor apoyo para el ejército ucraniano es asignarle 250 mil millones. Ucrania tomará este dinero, destinará una gran parte del mismo a la producción nacional y a la importación de este tipo de armas que Ucrania no tiene”, afirmó en una rueda de prensa junto a su homólogo polaco, Andrzej Duda.
La declaración se produce cuando Rusia lanzó el miércoles casi 120 misiles y drones contra la red energética de Ucrania, un nuevo ataque “masivo” que provocó cortes de energía en varias regiones de Ucrania, durante la visita del presidente Volodymyr Zelensky a Polonia.
Estos ataques se producen un día después de que Ucrania reivindicara “el ataque más masivo” en suelo ruso desde el inicio de la guerra, que tuvo como objetivo, según Kiev, instalaciones industriales y militares en varias regiones de Rusia.
“En pleno invierno, el objetivo de los rusos sigue siendo el mismo: nuestro sector energético. Entre los objetivos se encuentran las infraestructuras de gas y las instalaciones energéticas que garantizan una vida normal a la población”, denunció Zelensky en las redes sociales.
Rusia ha atacado regularmente la red eléctrica de Ucrania desde que comenzó su invasión hace tres años, provocando cortes de energía generalizados en toda Ucrania.
“Esta mañana, las fuerzas armadas (…) lanzaron un ataque grupal con armas de alta precisión y drones de ataque contra infraestructuras críticas de gas y energía que sustentan el complejo militar-industrial ucraniano”, confirmó el ejército ruso en un comunicado de prensa.
Moscú utilizó 43 misiles balísticos y de crucero y 74 drones de combate, de los cuales 30 y 47 fueron derribados, respectivamente, según la Fuerza Aérea de Ucrania. Los ataques se dirigieron especialmente a las regiones de Kharkiv (noreste), Lviv e Ivano-Frankivsk (oeste).
Volodymyr Zelensky instó una vez más a los aliados occidentales de su país a “fortalecer el escudo aéreo ucraniano” y cumplir sus promesas que “aún no se han cumplido plenamente”.