Hay mucho en juego mientras Pete Hegseth, la controvertida elección de Donald Trump para secretario de Defensa, se prepara para una apasionante audiencia de confirmación en el Capitolio. Con acusaciones de conducta sexual inapropiada, abuso de alcohol y falta de experiencia en el Pentágono que nublan su nominación, Hegseth necesitará más que encanto y credenciales militares para ganarse a un Comité de Servicios Armados del Senado profundamente dividido.
La ex personalidad de Fox News y veterano condecorado está listo para defender su aptitud para liderar una de las burocracias más grandes y complejas del mundo. Pero con demócratas y republicanos clave cuestionando su historial, podría convertirse en la batalla de confirmación definitoria del segundo mandato de Trump.
1. ¿Redención o resistencia? El acto de equilibrio de Hegseth
Hegseth llega con una mezcla de humildad y desafío. Si bien niega las acusaciones de conducta pasada, prometió mantenerse alejado del alcohol si se confirma y presentó su crecimiento personal como una historia de redención.
“Soy un hombre diferente al de hace años y creo que es una historia de redención que muchos estadounidenses aprecian”. Hegseth dijo a los periodistas.
Sin embargo, la redención podría no ser suficiente. Los críticos están dispuestos a cuestionarlo por sus posturas previas de línea dura contra las mujeres en combate y los miembros LGBTQ+ de las fuerzas armadas, posturas que desde entonces ha suavizado. Sin embargo, si Trump escucha, Hegseth podría abandonar la conciliación en favor de la agresión, contando con el amor del presidente por la teatralidad audaz y combativa.
2. Fuegos artificiales democráticos: dudas sobre el proceso
Los demócratas se están preparando para atacar no sólo las calificaciones de Hegseth, sino también el apresurado proceso previo a la audiencia del martes. ¿Su mayor queja? Una falta de transparencia. Sólo los líderes del Comité de Servicios Armados del Senado tienen acceso a la verificación de antecedentes del FBI de Hegseth, lo que hace que muchos demócratas se sientan desprevenidos.
“¿Cómo puedo votar por un chico que no conozco y hacer mi trabajo?” enfureció a la senadora Tammy Duckworth (D-Ill.), citando la negativa de Hegseth a reunirse con la mayoría de los demócratas del comité.
Los demócratas también podrían invocar paralelos históricos, señalando a candidatos anteriores a secretario de Defensa como John Tower y Anthony Tata, cuyos controvertidos antecedentes descarrilaron sus candidaturas. ¿Se unirá Hegseth a sus filas o podrá sobrevivir a la tormenta?
3. Todos los ojos puestos en Ernst: el voto comodín
La senadora Joni Ernst (republicana por Iowa) es alguien a quien hay que observar. Ernst, veterano y sobreviviente de agresión sexual, expresó su preocupación por el pasado de Hegseth, pero también informó un creciente apoyo después de varias reuniones privadas.
Según se informa, Hegseth prometió a Ernst nombrar a un alto funcionario para abordar la agresión sexual militar, un tema crucial para el senador de Iowa. Dado que los republicanos mantienen el margen de sólo un voto en el Comité de Servicios Armados, la decisión de Ernst podría hacer o deshacer la confirmación de Hegseth.
4. La agenda del MAGA bajo escrutinio
Hegseth no sólo lucha por su nominación: también defiende la visión militar más amplia de Trump. Los demócratas del Senado, encabezados por el líder de la minoría Chuck Schumer, están preparando preguntas incisivas sobre la retórica de Trump sobre los “enemigos internos” y el posible uso del ejército para represión interna o deportaciones masivas.
Se espera que los demócratas cuestionen a Hegseth sobre los controvertidos pensamientos de Trump sobre la expansión del control estadounidense sobre Canadá, Groenlandia y el Canal de Panamá, retórica que ha generado preocupaciones sobre la visión de Trump sobre el poder militar estadounidense.
5. ¿Listo para el horario de máxima audiencia o poco preparado?
La personalidad mediática de Hegseth será tanto una ventaja como una vulnerabilidad. Sus años como comentarista en Fox News lo han entrenado para manejar la presión ante la cámara, y los republicanos esperan que parezca pulido y creíble.
Sin embargo, esta audiencia no se trata sólo de frases pegadizas. Los senadores exigirán respuestas sobre las prioridades presupuestarias de defensa, las estrategias para el Pacífico y Ucrania, así como la gestión de la creciente burocracia del Pentágono. Si Hegseth duda sobre los detalles, podría revelar lagunas obvias en su preparación.
¿Cuáles son los problemas?
La audiencia de confirmación de Hegseth no se trata sólo de su idoneidad personal para el papel. Es una prueba de pureza para la agenda de defensa de la era MAGA de Trump y un anticipo de cómo los demócratas y republicanos del Senado manejarán los nombramientos de Trump en el futuro.
Para Hegseth, la batalla no sólo es difícil: también está llena de suspenso. Y para Estados Unidos, el resultado podría moldear el futuro del liderazgo y las prioridades militares.