Eran alrededor de las 11 de la mañana de este domingo 12 de enero cuando la casa, situada en la avenida Grimaldi en Carry-le-Rouet, quedó parcialmente devastada, probablemente por la explosión de un tanque de gas. Los ocupantes, dos familias, entre ellas un niño, quedaron impactados por la detonación. Partes enteras de la casa parecían haber sido aplastadas y parte del piso superior se derrumbó.
Los bomberos y la policía desplegaron un importante dispositivo en el lugar para asegurar las instalaciones y el vecindario.
Si bien se ha determinado la causa de la explosión, no se han comunicado las circunstancias precisas.
El alcalde, René-Francis Carpentier, también se desplazó hasta allí para prestar apoyo a las familias realojadas. La casa, inhabitable, seguramente habrá que demolerla. Se ha abierto una investigación.