Benny Gantz, presidente del Partido de Unidad Nacional, habló sobre las propuestas de reforma judicial presentadas por el ministro de Justicia, Yariv Levin, y el ministro de Asuntos Exteriores, Gideon Sa’ar, al tiempo que destacó que la prioridad sigue siendo la guerra en curso.
En una larga declaración en video, Gantz expuso su visión: “Para llevar a cabo una reforma judicial amplia y apropiada que fortalezca la democracia, necesitamos acuerdos amplios, tiempo y, sobre todo, confianza”. Considera que tales cambios “no deben apresurarse en tiempos de guerra”.
A pesar de sus reservas, Gantz se muestra abierto al diálogo entre la coalición y la oposición, aunque fijando varias condiciones previas. Estas incluyen el nombramiento de un nuevo presidente de la Corte Suprema y “detener todas las propuestas que socavan la democracia en la actual Knesset”.
“La coalición debe comprometerse a garantizar que el gobierno detenga todas las iniciativas destinadas a cambiar el régimen y socavar el sistema de justicia”, afirma, refiriéndose en particular a los intentos actuales de destituir al fiscal general.
Gantz también insiste en respetar las decisiones judiciales: “Los ministros tendrán que respetar las decisiones judiciales o serán destituidos de sus cargos”. Concluye subrayando que el objetivo de estos acuerdos es “acabar con las divisiones en la nación y no preparar el terreno para un golpe de Estado”.