Este artículo fue publicado originalmente en inglés.
El euro, cerca de su nivel más débil en dos años, enfrenta riesgos crecientes debido a los planes arancelarios de Trump, las políticas divergentes de la Reserva Federal y el BCE y la incertidumbre geopolítica.
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A medida que el euro se acerca a sus niveles más bajos en más de dos años, la sombra inminente de los nuevos aranceles de Donald Trump, las políticas monetarias divergentes y los cambios geopolíticos transatlánticos plantea una pregunta tentadora: ¿el euro pasará por debajo de la paridad con el dólar en los próximos meses? por venir?
¿Qué tan cerca estamos de la paridad?
El euro cayó por debajo de 1,03 el 10 de enero, alcanzando sus niveles más bajos desde octubre de 2022, ya que un crecimiento del empleo estadounidense mayor de lo esperado en diciembre apoyó al dólar ante la expectativa de un endurecimiento de las políticas por parte de la Reserva Federal. Por tanto, el euro está peligrosamente cerca de la paridad, un umbral psicológicamente significativo.
Estos niveles reflejan los del verano de 2022, cuando el euro no solo alcanzó la paridad, sino que también la cruzó, cayendo a 0,95 dólares en septiembre.
En ese momento, el agresivo inicio de las subidas de tipos de interés por parte de la Reserva Federal, la respuesta tardía del Banco Central Europeo (BCE) y una crisis del gas natural en Europa crearon una tormenta perfecta para la moneda común europea.
¿Podría un conjunto similar de presiones empujar al euro nuevamente por debajo de la paridad a principios de 2025?
A pesar del importante debilitamiento del euro desde la victoria electoral de Donald Trump en noviembre de 2024, el impacto de las políticas económicas de su administración aún se puede sentir.
Entre las principales prioridades de Trump se encuentran aumentos radicales de los aranceles (hasta un 60% sobre los productos chinos y entre un 10% y un 20% sobre las importaciones de otros países, incluida Europa) combinados con recortes de impuestos para las empresas y los individuos estadounidenses.
Además, las demandas del presidente electo de un mayor gasto europeo en la OTAN y su escepticismo sobre los compromisos transatlánticos han creado nuevas tensiones geopolíticas.
Estas políticas podrían dañar al euro a través de tres canales principales.
1. Un nuevo shock para el comercio europeo
El aumento de los aranceles sobre los productos europeos, en particular los productos automotrices y farmacéuticos, dañará la competitividad de las exportaciones de Europa.
Según la Comisión Europea, la UE exportó durante 502.300 millones de euros de mercancías a Estados Unidos en 2023que representa el 20% de sus exportaciones totales fuera de la UE, siendo la maquinaria, los vehículos (207.600 millones de euros) y los productos químicos (137.400 millones de euros) los que constituyen la mayor parte de estas exportaciones.
Unos aranceles más altos podrían hacer que los productos europeos sean menos competitivos en el mercado estadounidense, reduciendo la demanda de euros.
Aunque este ajuste llevará tiempo, podría ejercer una presión bajista duradera sobre la moneda.
Kamakshya Trivedi, analista de Goldman Sachs, señaló recientemente que “Los mercados de divisas generalmente tienen dificultades para evaluar los riesgos arancelarios por adelantado.lo que sugiere que el dólar podría fortalecerse aún más una vez que se implementen estas políticas.
2. Políticas divergentes entre la Reserva Federal y el BCE
La política comercial no es el único factor que ejerce presión sobre el euro.
Es probable que los aranceles y los recortes de impuestos impulsen la inflación estadounidense y al mismo tiempo frenen el crecimiento europeo, lo que provocará divergencias en las políticas monetarias.
El aumento de los precios en Estados Unidos podría llevar a la Reserva Federal a mantener las tasas de interés altas por más tiempo, mientras que el crecimiento más débil de Europa podría empujar al Banco Central Europeo a flexibilizar las condiciones monetarias para impulsar la demanda.
“Posiciones políticas divergentes podrían hacer caer el euro un 3% en un escenario base, pero la caída podría alcanzar el 10% si se implementan plenamente los aranceles y los recortes de impuestos”estima Goldman Sachs. Un cambio así probablemente desencadenaría un gran flujo de capital desde activos denominados en euros hacia el dólar de mayor rendimiento.
3. Incertidumbre geopolítica y políticas energéticas
Las tensiones geopolíticas y los cambios en la política energética añaden otra capa de vulnerabilidad al euro. Los llamados del presidente Trump a los miembros de la OTAN para que aumenten el gasto al 5% del PIB, junto con las dudas sobre el apoyo de Estados Unidos a Ucrania, han desestabilizado las relaciones transatlánticas.
La energía sigue siendo una preocupación clave. La crisis del gas natural en Europa en 2022 ha obligado al bloque importar GNL caro desde Estados Unidos, lo que elevó los costos y aumentó la demanda de dólares. Una repetición de esta dinámica, combinada con la incertidumbre geopolítica, podría volver a pesar mucho sobre el euro.
¿Qué le depara el futuro al euro?
La interacción de estos factores (aranceles, divergencia de políticas monetarias y cambios geopolíticos) coloca al euro en una situación vulnerable.
Mientras los mercados esperan con cautela los anuncios políticos de la administración Trump y las nuevas direcciones de los bancos centrales, la probabilidad de que el euro ponga a prueba la paridad con el dólar a partir del primer semestre de 2025 sigue siendo tangible.
Que estas fuerzas arrastren al euro a nuevos mínimos dependerá del alcance de los cambios de política de Estados Unidos y de la capacidad de Europa para contrarrestar sus efectos.
Por ahora, sin embargo, las perspectivas para la moneda única parecen cada vez más frágiles.