El día de Año Nuevo, Matt estaba paseando a su perro Dublin en Crestwood Park en Fort Worth.
Sin embargo, el viaje que comenzó pacíficamente rápidamente se convirtió en una misión de rescate…
Ruidos extraños
Matt escuchó un débil gemido proveniente de un bote de basura en el parque. Cuando miró dentro, se horrorizó al encontrar ocho pequeños cachorros abandonados. Los pobres perritos habían sido “tirados” a la basura, sin comida ni agua, ni ninguna fuente de calor. Sus vidas corrían grave peligro.
Solo en el parque, Matt los llevó con cuidado a casa uno por uno, decidido a salvarlos a todos. Gracias a su rapidez de pensamiento y compasión, los cachorros ahora están a salvo y reciben la atención médica que necesitan. El refugio de la Humane Society of North Texas se hizo cargo del cuidado de los perros.
Una próxima adopción
Si todo va bien, los cachorros estarán listos para ser adoptados en una semana. En una publicación, los rescatistas de Humane Society of North Texas expresaron su gratitud por Matt y su trabajo por la causa animal.
Dijeron que trabajó como voluntario en su refugio durante 1.300 horas durante el año pasado. Además de eso, Matt se ha ofrecido generosamente a igualar cada donación (hasta $1300): un dólar por cada hora dedicada a ayudar a los animales necesitados. ¡Aplaudimos la dedicación de Matt y esperamos que los cachorros encuentren pronto un hogar cálido y amoroso!