Durante un control policial realizado el martes 31 de diciembre en la lavandería Méan-Penhoët, en Saint-Nazaire (Loira Atlántico), un hombre de 23 años fue detenido por portar un arma y estar presente ilegalmente en territorio francés. Este jueves 2 de enero compareció ante el tribunal por rebelión, desacato y amenazas de muerte. Sin embargo, un error judicial le permitió escapar de la cárcel.
Un control que se desliza
El acusado, presente en el palco del tribunal de Saint-Nazaire, afirma haber estado en el lugar equivocado en el momento equivocado. Como informa Ouest-France, dos días antes, al final de la mañana, se encontraba en la lavandería con otras personas cuando se produjo una operación conjunta de la policía municipal y nacional.
Los agentes rápidamente se centraron en este individuo por dos motivos: portaba un cuchillo y se encontraba en situación irregular. Estos dos delitos llevaron a su arresto. Sin embargo, la intervención tomó un cariz más tenso cuando les aplicaron las esposas, provocando el enojo del acusado que luego insultó y amenazó de muerte a los policías. “Se confabularon contra mí”, declaró en el estrado.
Hechos reconocidos bajo custodia policial
Sylvie David, abogada del policía nacional, reaccionó a esta defensa. “Como suele ocurrir, queremos hacerles creer que fue la policía la que se comportó mal. Pero los hechos son claros y fueron admitidos por el interesado bajo custodia policial, a excepción de la violencia”, afirmó. La fiscal, Marguerite Gamber, reclasificó esta violencia como rebelión y pidió ocho meses de prisión con detención continua.
Un error a favor del demandado
La abogada defensora, Maître Maud Lesève, por su parte, cuestionó la versión de los hechos. “Solo tenemos las palabras del imputado y de las víctimas, que también son quienes redactan el procedimiento. Son jueces y partes en este asunto”, lamentó, al tiempo que lamentó la ausencia de activación de cámaras peatonales durante la intervención.
Contra todo pronóstico, el tribunal siguió el argumento de la defensa y condenó al hombre a ocho meses de prisión. Sin embargo, resultó que el acusado ya había sido condenado a pena simple suspendida, por lo que no podía acogerse a esta sanción. La fiscalía podría apelar esta decisión en los próximos días.