Treinta minutos de ejercicio al día, proteínas en cada comida, un círculo de amigos: es posible mantenerse sano hasta los 100 años. El diario le ofrece consejos sencillos y realistas para defenderse de las enfermedades y los secretos de los centenarios sobre su longevidad.
Al cumplir 99 años, un residente de Waterloo con una memoria de hierro continúa adoptando hábitos de vida ejemplares y llama a aproximadamente 300 personas cada año en su cumpleaños.
“¡Todavía tengo cuidado de no comer demasiados postres, de lo contrario engordaré!” – confiesa entre risas Léonide Berger, que todavía tiene “un gran apetito” a su venerable edad.
A pocos días de su 99mi cumpleaños, el 17 de enero, el residente de Waterloo en Estrie encarna el sueño de muchos quebequenses de vivir una vida larga y saludable. Reunido en su CHSLD, este antiguo corredor de seguros se mantiene erguido como una barra y se mueve con soltura.
“Es mi médico quien quiere que lleve el andador para evitar romperme la cadera”, admite antes de soltarlo para demostrar que puede caminar solo.
Aunque todavía es independiente, el señor Berger vive desde el año pasado en un CHSLD. Se mudó allí para estar con su esposa (la segunda) que se encontraba al final de su vida.
Objetivo: mantenerse activo
Decano de su residencia, el señor Berger tiene un vigor que contrasta con el de sus vecinos, la mayoría de los cuales ya no son independientes.
“Camino al menos entre 30 y 40 minutos al día. ¡Tengo un objetivo, quiero seguir activo!”, insiste.
Un dato impresionante: llama cada año a sus seres queridos (familiares, amigos, antiguos clientes) en sus fiestas y aniversarios de boda.
“¡Hago de siete a ocho llamadas por semana! Lo tengo todo en mi cuaderno. Me hace feliz”, explica el hombre que canta en coros desde hace 65 años.
Padre de dos hijos y abuelo cuatro veces, todavía adopta un estilo de vida ejemplar: ejercicio y caminatas todos los días, una dieta rica en verduras, lectura y canto.
“Siempre he comido muchas zanahorias, ¡por eso todavía tengo buena vista!”, se ríe el señor Berger.
Hábitos de vida ejemplares.
A lo largo de su vida, el hombre admite haber tenido muy buenos hábitos de vida. Nunca bebió alcohol y siempre se mantuvo activo.
“La vida es hermosa. Tenemos que ver los buenos días por delante antes que el resto de nosotros y tenemos que ponerlo todo en ello”, cree el anciano.
Foto Héloïse Archambault
Aunque toma algunos medicamentos, el señor Berger nunca ha tenido una enfermedad grave. Espera llegar a ser centenario, pero no a cualquier precio.
“Vivo el día a la vez para no preocuparme por nada. Quiero llegar a 100 mientras esté sano. Si tengo que pasar meses en el hospital, prefiero salir antes”, afirma sabiamente.