Al prometer a las personas endeudadas que podrían cambiar sus vidas participando en un desafío de autodisciplina, estas estafas recuerdan a la exitosa serie coreana Squid Game.
La prensa china ha comenzado recientemente a centrarse en los desafíos de autodisciplina, un fenómeno en el que los participantes aceptan permanecer aislados durante varios días siguiendo reglas estrictas, a cambio de grandes sumas de dinero, informa Correo Internacional.
Este sistema, que parece ofrecer ganancias fáciles, en realidad esconde una estafa particularmente perversa.
Mecánicas similares al Juego del Calamar
Los desafíos de autodisciplina de China funcionan con una mecánica similar a la de la serie Juego del Calamar de Netflix, cuya segunda temporada se estrenó el 26 de diciembre. El principio: ganar 500.000 yuanes (unos 65.500 euros) simplemente alojándose en una habitación de hotel durante varios días.
El Qilu Wanbaoun periódico de la provincia de Shandong, describe el caso de un hombre llamado Zhang, que en septiembre pasado encontró en Internet un vídeo que presentaba este desafío. Seducido por la aparente sencillez del concepto, decidió registrarse.
El desafío consistía en permanecer en una habitación de hotel durante 26 días resistiendo diversas tentaciones y siguiendo reglas específicas. Las recompensas eran altas: si completaba el desafío, Zhang podría ganar 6.800 yuanes (890 euros) el tercer día, 28.000 yuanes (3.670 euros) el sexto día y hasta 859.700 yuanes (113.000 euros) al superar los 26. días.
Reglas estrictas
A pesar de las apariencias, las reglas eran estrictas: ningún contacto con el mundo exterior, ningún dispositivo electrónico y ningún intento de ocultar el rostro o las cámaras. Después de pagar 6.900 yuanes (905 euros) de inscripción, Zhang comienza el desafío.
Pero, después de solo un día, la empresa le dijo que había fracasado porque ocultó su rostro durante más de tres segundos. Paga de nuevo para probar suerte. Después de otro fracaso, Zhang, agobiado por las deudas y sin trabajo, lo intentó por tercera vez, pero volvió a fracasar. En total, perdió 20.700 yuanes (2.715 euros) en este “juego”, según Guangming Ribao.
Los desafíos a la autodisciplina son particularmente dañinos porque apuntan a los más vulnerables: los pobres y los desempleados, prometiéndoles beneficios que cambiarán sus vidas, comenta el sitio de noticias de Shanghai. Sexto tono.
Desde un punto de vista jurídico, estas actividades podrían considerarse como “comercio desleal” o el “fraude contractual”aunque las empresas responsables a menudo logran aprovechar las lagunas de la legislación china para escapar del procesamiento.