Gérald Darmanin, ex Ministro del Interior, fue nombrado el martes Guardián de los Sellos. De viaje a Picardía el miércoles, el nuevo Ministro de Justicia declaró que tenía la intención de obtener más recursos para su ministerio, con el fin de permitir una “justicia rápida”, y afirmó también que quería “limpiar las cárceles” de sus numerosas dificultades. La justicia “desgraciadamente es demasiado lenta, los magistrados son los primeros en quejarse”, declaró a la prensa en el tribunal judicial de Amiens, su primer viaje. “Esta velocidad requiere más personal, más secretarios, por supuesto, y más magistrados”, continuó.
Darmanin también visitó el centro penitenciario de Liancourt (Oise), mientras que el hacinamiento carcelario en Francia es cada vez más problemático. Más de 80.000 personas fueron encarceladas el 1 de noviembre, un nuevo récord, lo que representa una densidad carcelaria del 128,5%. “No siempre necesitamos cárceles para personas de 20 años (…), debemos poder hacer las cosas mucho más a escala humana, en casi todo el territorio nacional”, imaginó el miércoles Darmanin, recordando haber sido “Muy sensible a la idea de que hay que ejecutar sentencias pequeñas, sentencias cortas”.
Invitado anoche en TF1, también hizo una propuesta: aumentar el período de detención policial a 72 horas “en los casos de violencia sexual agravada y feminicidio”.
“Permite proteger a la mujer que ha sido amenazada, violada, agredida, permite realizar comprobaciones policiales técnicas y científicas y permite interrogar más detalladamente a la persona”, explicó.
Béatrice Brugère, El magistrado, secretario general del sindicato Unité Magistrats FO, es nuestro invitado. Volverá sobre las propuestas del nuevo Ministro de Justicia, Gérald Darmanin. Nos dará su opinión sobre este nombramiento de la ex ministra del Interior, que declaró a Le Parisien en 2021 que “el problema de la policía es la debilidad de los medios de justicia”. También nos explicará su visión de un cambio de cultura en torno a las prisiones en Francia. “Nuestras cárceles no están desbordadas porque encarcelamos demasiado, sino porque encarcelamos demasiado tarde”, afirma el magistrado en Le Figaro. Para ella, “hay que poner fin a la adaptación sistemática de las penas, que en ningún caso impide la reincidencia. Y aceptar encarcelar a los infractores, incluso por períodos cortos”.