Cada año suenan las melodías de “El cascanueces” De Pëtr Il’ich Tsiaikovsky acompañan la Navidad: casualmente las escuchamos en los contextos más inesperados, pero a pesar del bombardeo de motivos festivos al que estamos sometidos cada diciembre, las notas de esta obra son capaces de captar la atención de quienes se cruzan con ellas y de despertar una sensación de ternura, como de memoria de la infancia.
Las razones de este encantamiento navideño son muchas y se pueden explicar remontándonos a los orígenes de “El Cascanueces”, así como a sus innumerables variaciones en la literatura, la danza, la música y el cine. La ópera fue encargada a Tchaikovsky en 1891 por IA Vsevoložskij, director de los Teatros Imperiales de Rusia, que pretendía montar una ballet inspirado en la historia “El Cascanueces y el Rey Ratón” De Ernst Theodor Amadeus Hoffmannpublicado en 1816; La fuente más directa del ballet, sin embargo, es la adaptación escrita en 1845 por Sacerdote Alejandro Dumas y titulado “Historia de un cascanueces”.
Este detalle tiene un peso más significativo del que cabría esperar y revela, en parte, el eco de misterio y ansiedad que recorre la historia; no es casualidad que Hoffmann, exponente del romanticismo alemán, esté considerado entre los precursores de la ficción de terror y policíaca, inspirando, entre otros, Edgar Allan Poe. La historia de “El Cascanueces” comienza una noche Nochebuena lleno de expectativas, en casa de la familia Stahlbaum; los hermanitos Fritz y María reciben muchos regalos hermosos de sus padres y padrino, el Doctor Drosselmeierquien le confía a Marie un cascanueces de madera que representa a un soldadito de juguete. El matón Fritz rompe el preciado objeto y la niña se va a dormir con el corazón hinchado de tristeza: para distraerla, el niño llega al dormitorio. rey de los ratones, una rata horrible con siete cabezas y siete coronasliderando un ejército de roedores en busca del Cascanueces; este último, transformado en un joven general de carne y hueso, lidera a su vez un ejército de soldaditos de juguete y muñecos animados, que libran una dura batalla contra los ratones.
La historia se desarrolla entre inquietantes transformaciones, letales peleas con espadas, muertes sangrientas por pisoteo y viajes aventureros en mundos fantásticos; Dumas, por su parte, suaviza los tonos dramáticos y sangrientos de la historia y su versión, delicada, pero también más inconsistente a nivel narrativo, se inspira en suite de Tchaikovsky, que trabaja siguiendo las instrucciones de los coreógrafos Marius Petipa mi Lev Ivánov. “El Cascanueces” se representó por primera vez en San Petersburgo en diciembre de 1892; Aunque la primera puesta en escena no tuvo un éxito inmediato, la historia de clara -así se llama la pequeña protagonista del ballet- está destinado a ser representado en teatros de todo el mundo.
Los dos actos de la suite, con los diferentes bailes mi valzer que lo caracterizan, de hecho pasan a formar parte de la imaginación gracias a las diversas instalaciones creadas, desde Bol’šoj hasta mosca en el Teatro Sadler’s Wells di Londressede del “estreno” europeo, hasta la versión revisitada por George Balanchinebailarina y coreógrafa rusa, fundadora de Ballet de la ciudad de Nueva Yorkque se presentó por primera vez en el New York State Theatre de Manhattan en 1954; Mientras tanto, la popularidad de la obra crece entre el público en general también gracias a la película de animación “Fantasía“, obra maestra disney fechada en 1940, en la que se puede escuchar la danza chinala danza árabe, la Danza de los pitos y el Danza del Hada de Azúcaracompañado de unas deliciosas secuencias animadas que han quedado grabadas en la memoria de muchas generaciones diferentes.
Entre las versiones cinematográficas, es particularmente interesante “George Balanchine: El cascanueces” De Emile Ardolinodirector de “Dirty Dancing” y “Sister Act”, quien en 1993 realizó una película basada en el ballet del New York City Ballet, con Macaulay Culkin en el papel del Cascanueces; el legendario protagonista de “Mamá, perdí el avión.”, de hecho, de niño estudió en la escuela fundada por Balanchine. La más reciente adaptación para la pantalla grande data de 2018 y destaca por la suntuosidad de sus decorados y vestuario: “El Cascanueces y los cuatro reinos“, dirigido por Lasse Hallstrom mi Joe Johnstonrepresenta una reinterpretación libre del original, pero la joven Clara (Mackenzie Foy) se perfila con un toque de inteligencia, ingenio y modernidad que casa bien con el espíritu aventurero del cuento de Hoffmann; también en el elenco Keira Knightley -Sugar Hada del Azúcar-, e Morgan Freeman -Drosselmeier-.
Las películas inspiradas en esta obra inmortal son ciertamente numerosas, incluida la desafortunada “El Cascanueces en 3D” De Andréi Konchalovskio la película animada “Barbie y el Cascanueces”, pero si esta Navidad quieres redescubrir las aventuras de Marie, el consejo es confiar en las páginas originales de la historia de Hoffmann, quizás acompañadas de las espléndidas ilustraciones de Roberto Innocenti en la edición publicada por La Margherita en 2015; de nuevo, la edición Rizzoli 2022, ilustrada por Jacopo Bruno, y el lanzado en 2024 para BUR deluxe adornado con la interpretación gráfica del diseñador. Sanna Annukka.
Acompañando la lectura, por supuesto, están las notas de Pëtr Il’ič Tchaikovsky… e inmediatamente será Navidad, una vez más.