Desde hace 14 meses, Israel prosigue su ataque genocida contra Gaza: 2,3 millones de palestinos, calificados de “animales humanos”, son bombardeados, privados de alimentos y de agua, mientras sus infraestructuras de supervivencia son sistemáticamente destruidas. Al menos 44.835 muertos, entre ellos 17.492 niños; más de 11.000 desaparecidos; más de 106.356 heridos (12/12/2024). El 90% de la población fue desplazada por la fuerza en repetidas ocasiones, sobreviviendo en condiciones que la exponían a una muerte lenta. En todas partes, la disponibilidad de alimentos nunca ha sido tan baja. Estos crímenes sólo podrían haberse cometido con las armas y la complicidad de Occidente, incluido Canadá. ¡Es nuestra responsabilidad hacer todo lo posible para ponerle fin!
Israel desprecia y debilita el derecho y las autoridades internacionales
Lejos de implementar las órdenes de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) del 26 de enero (plausibilidad de genocidio; libre acceso de la ayuda humanitaria), del 24 de mayo (detener la ofensiva en Rafah; mantener abierto el paso hacia Egipto) y del 19 de julio, 2024 (fin de la ocupación y colonización israelíes lo antes posible (1)), Israel optó por denunciarlos como antisemitas y continuar su atrocidades.
El 18 de julio, el parlamento israelí votó en contra de cualquier perspectiva de un Estado palestino. El 21 de noviembre de 2024, Israel también calificó de antisemitas las órdenes de arresto de la Corte Penal Internacional (CPI) contra Benjamín Netanyahu y su exministro de Defensa Yoav Gallant, por crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad.
Invasión del Líbano y limpieza étnica en el norte de Gaza
A finales de septiembre de 2024, Israel lanzó una campaña masiva de bombardeos e invasión terrestre contra el Líbano que dejó más de 3.400 muertos, 14.600 heridos y más de un millón de desplazados. Benjamín Netanyahu incluso amenazó al Líbano con el mismo destino que a Gaza. A principios de octubre de 2024, Israel implementó “el plan de los generales” destinado a vaciar el norte de Gaza –un tercio del territorio– de todos sus habitantes para transformarla en una zona militar y recolonizarla. Bombardeadas implacablemente, 70.000 personas –que no quieren o no pueden evacuar– se han visto privadas de acceso a alimentos, agua o electricidad durante semanas.
La amenaza de una conflagración regional aún mayor
El 27 de noviembre –al anunciar un alto el fuego con el Líbano, que había violado cien veces en menos de una semana– Israel proclamó su deseo de intensificar la guerra a escala regional. Y lo hizo de inmediato, aprovechando la caída del régimen de Assad en Siria, para bombardear masivamente instalaciones militares sirias. Con nuevas entregas de armas, Israel no sólo podría relanzar su agresión contra el Líbano sino también lanzar una nueva guerra contra Irán.
1 El 18 de septiembre de 2024, la Asamblea General de las Naciones Unidas exigió que Israel pusiera fin a su presencia ilícita en el Territorio Palestino Ocupado (TPO) a más tardar un año.
¡Hay que detener a Israel!
Israel continúa su proyecto de desposesión del pueblo palestino, que va desde la limpieza étnica hasta el genocidio. Israel también busca establecerse mediante la guerra como una potencia regional hegemónica. Las nuevas órdenes de la CIJ y las nuevas resoluciones de la ONU no harán retroceder a Israel. Sólo un máximo de sanciones aplicadas sin demora hará retroceder a Israel.
¡Canadá y Quebec deben actuar!
La complicidad y la inacción de Canadá y Quebec son odiosas. Movilicémonos para exigir sanciones severas contra Israel, un alto el fuego permanente en Gaza y la realización del derecho del pueblo palestino a la autodeterminación. Exigir el cierre de la oficina de Quebec en Tel Aviv. Exijamos un embargo real de todo el equipamiento militar y el cuestionamiento de las relaciones diplomáticas y del acuerdo de libre comercio entre Canadá e Israel. Exigir el fin de la inversión en industrias que alimentan el genocidio y la colonización en Palestina.
¡NO ES ANTISEMITA DEFENDER LOS DERECHOS DEL PUEBLO PALESTINO!