La Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó el jueves una nueva resolución sobre la situación humanitaria en Gaza. Por 137 votos contra 12, los estados miembros aprobaron un texto iniciado por Noruega solicitando una opinión consultiva de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) sobre las obligaciones legales de Israel hacia las agencias humanitarias de la ONU, particularmente la UNRWA.
Esta resolución se produce en un contexto de crecientes tensiones en torno a la acción humanitaria en la Franja de Gaza. Su objetivo en particular es aclarar las obligaciones de Israel respecto del libre funcionamiento de las organizaciones de la ONU sobre el terreno.
Ante esta votación, la reacción israelí no se hizo esperar. El embajador de Israel ante las Naciones Unidas, Danny Danon, criticó duramente esta decisión durante una intervención ante la Asamblea. “Esta asamblea se aferra al pasado mientras la situación sobre el terreno evoluciona rápidamente”, declaró, citando en particular el debilitamiento de Hamás y de Hezbolá. “En lugar de aprovechar esta oportunidad histórica para fomentar la paz y la estabilidad, están optando por continuar un ciclo de odio”, continuó el diplomático israelí. También recordó que Hamás sigue reteniendo en Gaza a 100 rehenes civiles, al tiempo que señala las ambiciones nucleares de Irán. El embajador concluyó su discurso llamando a la comunidad internacional a mirar hacia el futuro: “Mientras usted se ocupa del pasado, el Estado de Israel trabaja por un futuro libre de las malvadas fuerzas iraníes. Ayúdenos a hacerlo. de Oriente Medio a región de paz y estabilidad, en lugar de un foco de odio y terrorismo”.
Esta resolución pone de relieve una vez más las divisiones dentro de la comunidad internacional respecto de la gestión del conflicto en Gaza y el papel de las organizaciones humanitarias en la región.
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