Dichos acuerdos habrían entrado en vigor entre febrero de 2007 y diciembre de 2014, según la autoridad, y se refieren a las empresas BSH, Candy Hoover, Eberhardt, Electrolux, LG, Miele, SEB, Smeg, Whirlpool (en su nombre y como sucesora de ‘ Indesit), Boulanger y Darty.
Un sistema para mantener precios “artificialmente altos”
La autoridad fue remitida “gracias a varias pistas transmitidas por la Dirección General de Competencia, Consumo y Control del Fraude (DGCCRF)”. Tras operaciones de inspección e incautación, la estructura administrativa sancionó por primera vez a seis de estos fabricantes en diciembre de 2018, por un importe de 189 millones de euros.
La autoridad administrativa también detalló los hechos. “Los fabricantes comunicaron los precios de venta al público a los distribuidores y controlaron su correcta aplicación, sin dudar en recurrir a medidas de represalia (retrasos e interrupciones en las entregas, implantación de sistemas de venta exclusivos, etc.) hacia los distribuidores que se negaron a respetar estas instrucciones de precios. Por tanto, estas prácticas habrían llevado a “reducir la competencia entre distribuidores y mantener precios artificialmente altos para el consumidor final”.
Reacciones de las empresas sancionadas
En respuesta a estas sanciones, la dirección de Fnac Darty declara que toma nota de estas decisiones y no impugna la denuncia. La multa impuesta a la distribuidora asciende a 109 millones de euros, incluida “una provisión de 85 millones de euros ya registrada en las cuentas de Fnac Darty en el segundo trimestre de 2023”. El grupo registrará un cargo adicional de 24 millones de euros para el ejercicio de 2024. Lo mismo ocurre con la sueca Electrolux, que deberá pagar 44,5 millones de euros, suma ya cubierta por una provisión contable compuesta por 2023.
Sin embargo, el grupo Seb, condenado a una multa de 189,5 millones de euros, declaró que “desmiente categóricamente la conclusión de la Autoridad de Competencia que se le imputa” y “presentará un recurso de apelación ante el Tribunal de Apelación de París”.
Entre los fabricantes afectados, sólo BSH (que pertenece a Bosch), Seb y Electrolux tienen centros de producción en Francia. Whirlpool y Candy Hoover estaban produciendo en Francia durante los eventos. La primera fabricaba lavadoras y lavavajillas en Amiens (Somme) hasta 2018, mientras que la segunda fabricaba hornos Rosières en Lunery (Cher) hasta 2021.