Los precios se disparan durante una crisis energética
El 12 de diciembre, Alemania experimentó un aumento sin precedentes en los precios de la electricidad, alcanzando hasta 900 euros por megavatio hora en el mercado intradiario, un récord en 18 años. En cuestión, un episodio de Dunkelflaute: poco viento, poco sol y, por tanto, lenta producción renovable. Por lo general, se activan plantas de gas o carbón para llenar estos vacíos. Pero esta vez algunas de estas instalaciones permanecieron inactivas a pesar de la necesidad, lo que provocó una investigación por parte de la Agencia Federal de Redes sobre una posible manipulación del mercado.
Impactos europeos que molestan a todos
Esta crisis no sólo ha afectado a Alemania. Con las masivas importaciones de electricidad de países vecinos como Suecia y Noruega, los precios se han disparado en todas partes. La ministra sueca de Energía, Ebba Busch, acusó directamente a la política energética alemana y criticó una vez más la salida de la energía nuclear, a la que considera responsable de la inestabilidad de los precios. En Noruega, los líderes políticos incluso han planteado la idea de limitar los intercambios de electricidad para proteger a sus consumidores. Estas tensiones muestran que la interconexión de las redes europeas, que supuestamente suaviza las variaciones, también puede amplificar los problemas durante períodos críticos. La pregunta también surge regularmente en Francia, donde los precios siguen siendo altos debido a estos dispositivos, a pesar de que producimos electricidad relativamente barata.
Los límites del modelo energético alemán
Alemania depende de las energías renovables para satisfacer más de la mitad de sus necesidades eléctricas. Problema: estas fuentes son intermitentes. En invierno, el viento y el sol no siempre son suficientes, especialmente en el caso de Dunkelflaute. La transición energética del país, que se basa en el abandono gradual del carbón y la energía nuclear, depende, por tanto, de las centrales eléctricas fósiles y de las importaciones para llenar los vacíos.. Excepto lo que vemos aquí, estas soluciones temporales muestran sus límites. El resultado: una mayor dependencia de los vecinos europeos, a veces alimentada por energías que Alemania intenta eliminar de su propia combinación energética, como la nuclear o el carbón, lo que es, por tanto, completamente absurdo.
¿Qué soluciones para evitar una nueva crisis?
Ante estos problemas, la Agencia Federal de Redes insiste en la urgencia de invertir en infraestructuras más flexibles: almacenamiento de energía, electrolizadores de hidrógeno o incluso nuevas centrales eléctricas capaces de funcionar con energías renovables. Estos proyectos podrían mitigar futuros aumentos de precios, pero requieren tiempo y una inversión masiva.. Mientras tanto, episodios como el del 12 de diciembre podrían repetirse, especialmente en invierno. También está aumentando la presión de los vecinos europeos, que exigen una mejor coordinación para estabilizar los mercados energéticos.