Las incautaciones de cocaína se dispararon en el aeropuerto de Bruselas en 2024, con más de una tonelada interceptada a viajeros. Las aduanas belgas están alarmadas por esta preocupante tendencia y por la diversificación de los métodos de contrabando…
El aeropuerto de Bruselas-Zaventem se convertirá en 2024 en un importante centro del tráfico de drogas en Europa, según las últimas cifras alarmantes comunicadas por la aduana belga. Las incautaciones de cocaína a los viajeros se han disparado literalmente, alcanzando niveles récord que preocupan mucho a las autoridades.
Incautadas más de una tonelada de cocaína a pasajeros
En efecto, Entre enero y noviembre se interceptaron nada menos que 1.071 kg de “blanco” en maletas o en viajeros que aterrizan en Bruselas, frente a sólo 179 kg durante todo el año anterior. Esto representa un asombroso aumento de casi el 500%.
Este triste historial es parte de un contexto global de intensificación del narcotráfico por vía aérea. Además de la cocaína, las incautaciones de cannabis se han triplicado, alcanzando los 476 kg, mientras que por el aeropuerto pasan cada vez más drogas sintéticas y khat.
Un cambio en los métodos operativos de los traficantes
Según la aduana belga, este espectacular aumento se explica en parte por un cambio en los métodos de contrabando utilizados por las redes criminales. Mientras que en 2023 el tráfico se organizaba principalmente a través de “mulas” que transportaban drogas en persona, este año más de las tres cuartas partes de las incautaciones se realizaron directamente en el equipaje.
Estas cifras son muy preocupantes y muestran que los traficantes se adaptan constantemente para intentar pasar desapercibidos. Es absolutamente necesario reforzar los controles.
Un funcionario de aduanas belga.
El aeropuerto, eslabón clave en las redes de narcotráfico
Estas incautaciones récord en Bruselas-Zaventem, aunque de volumen mucho menor que las realizadas en el puerto de Amberes, ilustran el papel fundamental que desempeñan los aeropuertos en la logística de los cárteles.
Los traficantes los utilizan para transportar cantidades menores de estupefacientes, pero de alto valor añadido, así como precursores químicos imprescindibles para los laboratorios clandestinos de producción de drogas sintéticas. Muchos de estos laboratorios también están ubicados en Bélgica.
El transporte aéreo también se ve afectado
Más allá de las incautaciones a los viajeros, las aduanas también están alarmadas por la cantidad y diversidad de drogas escondidas en paquetes postales y mercancías que transitan por Bruselas-Zaventem.
Más de una tonelada de khat, una planta psicotrópica cultivada principalmente en el Cuerno de África, fue interceptada, la mayoría de las veces en tránsito. Le siguen el cannabis (378 kg), la ketamina (143 kg) y la cocaína (130 kg). Los principales países receptores fueron Australia, Estados Unidos y Reino Unido.
Movilización general contra la trata
Ante esta preocupante situación, las autoridades belgas han decidido reforzar los controles en el aeropuerto nacional, un lugar extremadamente sensible. Se desplegarán más agentes de aduanas y se instalarán nuevos equipos de detección.
Además, se reforzará la cooperación con la policía de los países de origen de los vuelos “peligrosos”, así como con los países de destino de los paquetes sospechosos, con el fin de rastrear y desmantelar mejor las redes. El objetivo es frenar este preocupante aumento del tráfico y asfixiar las redes que asolan el aeropuerto.
Pero las autoridades son conscientes de que la lucha promete ser difícil y duradera porque la creatividad de los traficantes parece ilimitada para eludir los controles e inundar Europa con drogas cada vez más variadas. El aeropuerto de Bruselas, como muchos otros, sigue siendo más que nunca una puerta de entrada a tener en cuenta.