Por parte del FC Comtal, hay incomprensión tras la decisión adoptada en los últimos días por el comité disciplinario regional sobre el partido de la Regional 2 disputado contra el Golfech el 9 de noviembre en Sébazac.
Volvamos a esa noche. En la cancha de Sébazac, el FC Comtal recibe al club Garonne et Gascogne (Golfech) para la 6.ª jornada de la Regional 2. Los Aveyronnais ganan 2-1. Jugamos el minuto 89 y la tensión sube hasta el punto que el árbitro reparte dos tarjetas rojas por parte visitante. Una primicia en el puesto 9 por un gesto de humor hacia el público de Sebaz. El segundo en el número 2 y capitán después de este último se acercó al árbitro para pedirle bruscamente explicaciones. Según el árbitro del partido, en ese momento “ya no se daban las condiciones necesarias para un partido de fútbol”. El hombre de negro decide entonces detener definitivamente el juego, sin confirmar el resultado.
La decisión del árbitro revocada a posteriori
Lógicamente, tomando posesión del asunto, la comisión disciplinaria regional celebró una audiencia un mes después, el 10 de diciembre. Audiencia en la que el árbitro del partido estuvo ausente y fue excusado, mientras que sus dos asistentes también estuvieron ausentes pero no fueron excusados, lo que también les valió una multa de 35 euros a cada uno. En el acta de dicha audiencia que hemos obtenido, la comisión presidida por Erik Le Moal señala en particular la elección de… ¡el árbitro! El de no haber reiniciado el partido una vez que los ánimos, si no calmados, al menos apaciguados. Escribiéndolo de la siguiente manera: “Se debe permitir la repetición del partido, siempre que no se haya puesto en peligro la seguridad del árbitro central, y la rápida intervención del club local para calmar a los jugadores, debería haber permitido al árbitro central continuar el partido, tras la exclusión del jugador del club visitante.” Es decir, la comisión falló a posteriori en contra del árbitro por motivos personales de la actuación a seguir tras la exclusión del capitán de Golfech y los incidentes que siguieron.
Sólo que en este asunto el FC Comtal puede alimentar la sensación de haber garantizado de alguna manera demasiado bien la seguridad de los funcionarios, los actores y el público. Según el acta, el árbitro lo estipula así: “Los delegados voluntarios del club receptor, encargados de velar por la seguridad, intervinieron rápidamente para calmar el entusiasmo sin que hubiera intercambio de golpes entre los jugadores”. Pero el FC Comtal, que parece una víctima a la vista de los hechos mencionados, se ve obligado a repetir íntegramente un partido que estuvo muy cerca de ganar. Y si se sigue este razonamiento hasta el final, ¿no podría esto empujar a otros equipos en dificultad deportiva durante el partido a exceder los límites durante este último para ver este partido repetido?
“Me lo voy a follar”.
Volviendo a esta famosa velada del 9 de noviembre, el informe también indica que el primer expulsado habría actuado mal ante el público después de que este último hiciera comentarios racistas y homofóbicos, según el presidente del club Tarn-et-Garonnais. La comisión respondió: “A falta de elementos sobre las declaraciones discriminatorias que habrían sido hechas por los aficionados del club local, (ella) no puede entrar en el proceso de sanción, ya que los funcionarios en sus informes no han observado este tipo de comportamiento.
Sin embargo, destacó la tensión que reinaba aquella tarde en el estadio Christian-Dumas cuando el partido fue detenido después de que el capitán visitante dijera “me lo voy a follar”. La comisión aclaró además que no sanciona al club de los dos expulsados: “Si bien (el capitán) adoptó una conducta reprobable, este último no intentó lesionar la integridad física del árbitro central, éste fue ubicado aproximadamente a 3 metros de este último.
Sin embargo, se impuso a este último una suspensión de tres partidos, y no de cuatro como prevén los textos en tal caso, porque el jugador sancionado argumentó que este insulto no estaba dirigido al árbitro sino “de un jugador contrario tras los insultos recibidos”.
Para colmo, este jugador debía estar allí el 4 de enero, en Sébazac, fecha en la que el comité de competiciones de la Liga ya había reprogramado el partido, ya que su suspensión cautelar cubría los tres partidos. Salvo que mientras tanto, FC Comtal apeló la decisión; lo que debería, como mínimo, posponer la celebración de este nuevo partido. Continuará.