En el Reino Unido, cada segundo se tiran trece cigarrillos electrónicos, lo que supone más de un millón de dispositivos al día. A falta de un canal de reciclaje específico y de suficiente información al consumidor, los cigarrillos electrónicos, y más aún los cigarrillos electrónicos desechables, constituyen un riesgo ambiental importante.
Un estudio realizado por Opinium por encargo de Material Focus analizó el comportamiento en términos de reciclaje de cigarrillos electrónicos, destacando tanto la magnitud de los residuos generados por estos nuevos productos como el rápido desarrollo del consumo y la importancia de prohibir todos los cigarrillos electrónicos desechables.[1].
Contaminación, incendios: los nuevos desafíos de este desperdicio masivo
Al ser dispositivos electrónicos, los cigarrillos electrónicos no deben desecharse como residuos normales, sino que deben depositarse en puntos de recogida específicos. De hecho, actualmente el 80% de los componentes de un cigarrillo electrónico se pueden reciclar. Por otro lado, la presencia de litio o cobre los convierte en residuos especialmente tóxicos, que pueden provocar una contaminación duradera del agua y del suelo. Casi el 40% de los cigarrillos electrónicos adquiridos son cigarrillos electrónicos de un solo uso (soplo). Los bajos niveles de reciclaje de estos productos son preocupantes para el medio ambiente, ya que el 61% de los consumidores de bocanadas indicar tirarlos a la basura. En total, cada semana se tiran 8,2 millones de cigarrillos electrónicos fuera de cualquier canal de reciclaje. La presencia de baterías en estos productos constituye un nuevo desafío para los centros de residuos, con un aumento del 71% de los incendios relacionados con cigarrillos electrónicos dañados o aplastados, entre 2022 y 2023.
EL ” grandes bocanadas », la solución de los fabricantes para eludir la prohibición
Según el estudio, el 77% de los consumidores de cigarrillos electrónicos considera que los fabricantes facilitan información insuficiente sobre buenas prácticas de reciclaje. Asimismo, muchas marcas de vapeo no ponen a disposición de los consumidores puntos de reciclaje, aunque esta es una de sus obligaciones legales. Según el ministro británico de Economía Circular, los fabricantes de cigarrillos electrónicos todavía contribuyen demasiado poco a financiar el tratamiento o el reciclaje de los residuos que genera su actividad. Sobre todo, si bien los cigarrillos electrónicos desechables estaban prohibidos a partir de junio de 2025, los fabricantes anticiparon el riesgo regulatorio comercializando “ grandes bocanadas », ofreciendo 6000 caladas al consumidor, frente a las 600 de bocanadas primera generación. Estos nuevos cigarrillos electrónicos, que se pueden recargar electrónicamente, pero que no permiten al consumidor recargar líquido ni cambiar la resistencia, tienen en realidad una vida útil extremadamente limitada. Sin embargo, escapan a la definición reglamentaria de “desechables” y, por tanto, a la prohibición prevista dentro de seis meses. Al dividir el precio por calada entre más de cuatro, estos nuevos productos atraen a un número creciente de consumidores, alcanzando los tres millones de compras por semana.
Prohibición de las caladas, sector del reciclaje: soluciones para afrontar el problema
Para hacer frente a la “pesadilla medioambiental” de los cigarrillos electrónicos desechables, Material Focus pide en particular que los fabricantes adopten medidas inmediatas, significativas y transparentes para ofrecer una solución de devolución al consumidor, asociada a una campaña de comunicación, y solicita que todos los dispositivos vendidos vayan acompañados de información clara sobre las posibilidades de reciclaje. Por su parte, las organizaciones de salud pública consideran que prevenir la producción de residuos sigue siendo la solución más eficaz para combatir la contaminación. En otras palabras, estos actores piden principalmente la prohibición de todos los cigarrillos electrónicos desechables, incluidos los modelos de nueva generación. Además, como esta cuestión se planteó ante la organización ecológica Alcome para los productos del tabaco, las ONG de salud pública creen que el establecimiento de un sector de reciclaje de cigarrillos electrónicos debe ser supervisado estrictamente y no ser utilizado indebidamente por los fabricantes como una herramienta para lavado verde y credibilidad ante los tomadores de decisiones públicas.
©Generación Libre de Tabaco
PIE
[1] Material Focus, los vaporizadores “Big puff” están surgiendo en el mercado, lo que se suma a la crisis ambiental del vapeo, 16/12/2024, (consulté le jour même)
Comité Nacional Contra el Tabaquismo |