Acaba de ganarle a la cadena ABC y a su presentador estrella George Stephanopoulos, obligado a pagarle 16 millones de dólares en concepto de daños y perjuicios. CBS, el New York Times y el Washington Post están en la mira. Otros podrían seguirlo.
Se trata de una victoria sin precedentes: el sábado pasado, la cadena ABC News y su presentador estrella George Stephanopoulos emitieron un discreto comunicado de prensa en el que expresaban su “arrepentimiento hacia Donald J. Trump”. En cuestión: la entrevista con Nancy Mace, congresista (diputada) y partidaria del ex y futuro presidente, durante la cual la periodista le preguntó cómo podía apoyarlo cuando ella misma fue víctima de violación a los 16 años. Era el 10 de marzo y acababan de ordenarle a Trump que pagara 83 millones de dólares a E. Jean Carroll tras ser declarado culpable de agresión sexual. Durante su intercambio particularmente tenso con Nancy Mace, Stephanopoulos utilizó incorrectamente la palabra “violación” y no “agresión sexual” con respecto a E. Jean Carroll. Error que utilizaron los abogados de Trump para demandarlo por difamación.
El resto después de este anuncio.
El canal ABC News intentó entonces desestimar la denuncia, presentada por Trump en Florida, que le es favorable. La jueza federal Cecilia Altonaga, nombrada por George W. Bush, se opuso. Por tanto, el juicio debía tener lugar en junio de 2025. Pero el canal ABC News, filial de Disney, prefirió llegar a un acuerdo para evitar el enfrentamiento judicial. Acordó pagar la astronómica suma de 15 millones de dólares, a lo que se suma 1 millón en concepto de reembolso de los honorarios legales de Donald Trump. Esta cantidad no se pagará directamente al futuro presidente sino a una fundación creada para financiar un “museo presidencial”. Para el canal y el periodista, este acuerdo amistoso, hecho público cuando habitualmente se mantiene confidencial, es una humillación total: hablamos de “capitulación”. Para Trump, en cambio, es un símbolo que vale oro, porque George Stephanopoulos es ex portavoz de Bill Clinton en la Casa Blanca.
Kash Patel, el candidato de Trump para dirigir el FBI, advirtió que “perseguiría a los conspiradores en los medios”
Donald Trump no es ajeno a las demandas contra la prensa. Hasta ahora los perdió todos o casi todos pero este precedente podría cambiar la situación. Otros medios están en su punto de mira. Empezando por el programa de la CBS “60 Minutes”, que, según el futuro presidente, habría editado demasiado favorablemente la entrevista de Kamala Harris transmitida el 6 de octubre, un mes antes de las elecciones. El futuro presidente utilizó el mismo proceso que con Stephanopoulos: sus abogados presentaron una denuncia en Texas, un estado muy republicano, ante un tribunal encabezado por Matthew J. Kacsmaryk, juez federal designado por Trump en 2019. El importe de la indemnización por daños y perjuicios y los intereses exigidos es extravagante: 10 mil millones de dólares. La CBS, que se declara de buena fe, intenta que se desestime el caso. La denuncia continúa.
Otro objetivo principal de Trump: el New York Times. La semana anterior a las elecciones, el diario recibió una carta de diez páginas en la que se le acusaba de publicar tres artículos “engañosos”, “maliciosos” y “difamatorios” y se le exigía una disculpa y una retractación. El mismo día, el Washington Post fue acusado, en una denuncia presentada ante la Comisión Federal Electoral, de realizar contribuciones ilegales en especie a la campaña de Kamala Harris para promover artículos favorables a ella. En los últimos días, las revistas Vanity Fair y New Yorker no fueron el objetivo del propio Trump, sino de su candidato a secretario de Defensa, Pete Hegseth. El abogado de este último informó a los dos periódicos que si mencionaban las acusaciones de abuso sexual y alcoholismo que le afectan, se exponían a un proceso por difamación.
Kash Patel, candidato nominado por Trump para dirigir el FBI, advirtió que “perseguiría a todos los conspiradores, ya estén en el gobierno o en los medios de comunicación”. Durante la campaña, Donald Trump expresó repetidamente su deseo de retirar las licencias de retransmisión a los canales de televisión que no le gustan, en particular ABC, CBS y NBC. Una amenaza tomada en serio. Porque a los medios estadounidenses les va mal en general. El Washington Post pierde más de 70 millones de dólares al año. Desde las elecciones del 5 de noviembre, el canal de izquierda MSNBC ha visto su audiencia reducirse a la mitad. La de CNN cayó un 46%. Sólo Fox News, pro-Trump, está obteniendo buenos resultados (+12%). Donald Trump, ya dueño del Partido Republicano, de la Cámara de Representantes, del Senado y de la Corte Suprema, será investido presidente de los Estados Unidos el 20 de enero. Sólo queda domesticar a los medios de comunicación, estos “enemigos del pueblo”…